Page 49 - Huasipungo - Jorge Icaza
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J o R E e z A
Al día sigui~nte, el mutilado, sintió un latir
constante en la planta como si el corazón se le hu-
biera bajado al pie. J,e dolía la ingle al caminar.
El calzón de liencillo, de ordinario humedecido por
la garúa, se sec.aba más pronto en la pierna en-
ferma.
A la mai'iana tercera se despertó sofocado en ca-
lentura, quiso levantarse, pero se quedó tendido en
el suelo quejándose como borracho. Cuando llegó
el · tuerto Rodríguez ·la eficacia del acial quedó
burlada.
-¡Cara jo! Hay que ver lo que tiene este indio
vago.
A todos los peones que observaron la inutilidad
de un castigo infalible hasta ese entonces, les pi-
có la curiosidad de palpar ese dolor ' tan fuerte
que eclipsaba al acial. Y un pariente del Andrés,
el indio Isidro Chiliquinga, acercándose al enfer-
mo abrió la venda que, al desenrollarse, desen-
rollaba una fetidez de carne descompuesta, de ca-
rroña. Al final sólo queda una llaga supurante que
parece tener vida autóctona por moverse sin or-
den pt·evia. Quedó confundido el mestizo, busc.an-
do el diagnóstiCo en las caras . indias que se
miran unas a otras.
-Agusunadu cumu pata de mula está tudi-
50 ticu- murmura el pariente aplastando los
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"