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pasa a un nivel superior que es el de la organización social de los individuos
de esta especie.
L a adaptación del hombre al medio, como contrapartida de la trans-
formación del medio por el hombre, se da principalmente en el terreno de
la adaptación social a las distintas condiciones naturales.
Resumiendo entonces, para este punto de vista, la naturaleza es enten-
dida como una unidad con la sociedad, en la que la ontradicción encierra
c
un proceso de intercambio mutuo.
El interés actual por la relación sociedad naturaleza:
A su vez, la naturaleza cambia no sólo por la cción del hombre, sino que
a
tiene su propia dinámica. E l mundo en el que vivimos no es el mismo hoy
que hace 100, o 10 años, su contorno, su relieve han cambiado. Y no sólo
el mundo, el universo, el espacio infinito, es un permanente proceso de
transformaciones, donde nuevos mundos aparecen y desaparecen, donde
se dan fenómenos que aún no comprendemos totalmente. Pero volvamos a
la Tierra. Los continentes se modifican, suben montañas, bajan otras, el
clima se altera, algunas especies vegetales y animales se transforman, otras
desaparecen, o se adaptan a diferentes circunstancias. Es decir, hay un per-
manente estado de cambio y modificación en la naturaleza que dependen
de su propia dinámica, en la que el hombre permanece ajeno.
Pero también está la acción del hombre. Este adapta y transforma las
especies al domesticarlas, crea nuevas especies, modifica el paisaje, tala
bosques, consume el subsuelo, cambia el curso de los íos, crea lagos y la-
r
gunas, seca y contamina otros, modifica el clima, etc. Es dentro de esta
doble dinámica natural y social, que debe comprenderse al mundo natural.
Sin embargo falta una precisión. Con el impresionante avance logrado en
las fuerzas productivas de la sociedad a partir del surgimiento del capitalis-
mo y con él la gran industria moderna, la acción transformadora de la so-
ciedad se ha vuelto de una magnitud y una velocidad que ha aventajado en
algunos aspectos a la propia dinámica natural. Esta capacidad desarrollada
por la humanidad tiene sus ventajas e inconvenientes, más adelante volve-
remos sobre este punto, por ahora limitémonos a constatar ese poder so-
cial que crea preocupación, desde hace unas décadas, a las conciencias
avanzadas sobre la relación que hoy mantiene la sociedad con la naturale-
za.
Frente a esa capacidad de apropiarse de la naturaleza han surgido opi-
niones de lo más diversas sobre las consecuencias futuras de un poder so-
cial que parece haber escapado al control de sus propios creadores y, tal
j
como le pasó a Pandora al abrir la caja, desató males amás imaginados.
Hay quienes advierten sobre un "límite físico al desarrollo social", al
cual parece haber llegado la humanidad y por tanto sólo es posible subsis-
tir en base a "crecimiento cero" de la conomía. Según este enfoque esta-
e
ríamos muy próximos al ímite en la capacidad física del mundo para pro-
l
veer alimentos, energías, agua potable y hasta oxígeno a la vida humana.
E n este enfoque, a mi entender, se refleja sólo parte del problema, es una