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cíales en base a las riquezas acumuladas o a la tierra que poseían, sino en
base a lazos familiares y destreza personal, es decir aún la sociedad no se
dividía en clases, ni se organizaba la gestión de la vida económica y social
en base al estado. Podríamos hablar aquí de una sociedad natural.
A medida que el hombre va desarrollando su capacidad de trabajo, que
va aprendiendo a aprovechar algunos comportamientos de la naturaleza,
que va perfeccionando sus herramientas, desarrolla su capacidad de trans-
formar y apropiarse de la naturaleza, que se expresa entre otros aspectos
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en una extensión geográfica de su existencia al sobrepasar los ímites que
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las condiciones naturales lo mponían. A l ir superando cada vez nuevos lí-
mites gracias a su creciente capacidad de trabajo y al aprovechamiento que
hace de la propia naturaleza, aparece el excedente, esto es una producción
que no necesita ser consumida para la sobrevivencia, sino que puede destinar-
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se a mantener actividades que le ermitirán acelerar cada vez más la constitu-
ción de su existencia en base a condiciones no ya naturales, "dadas", sino
en condiciones sociales, esto es transformadas, "recreadas" por el trabajo.
Así la sociedad evoluciona desde el estadio de una total subordinación
a la naturaleza a una emancipación de la misma, y tiende cada vez más ha-
cia una mayor recreación humanizada de la naturaleza. Sin embargo, con
el excedente comienza la historia de la escición de la sociedad en clases
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que luchan por la propiación de ese excedente, y de la mposición de una
clase sobre otra a través del estado. Así, la organización y la gestión de la
vida en la sociedad pasa de una organización natural a una apropiación de
la voluntad política y social de las clases explotadas. Esta es la historia del
esclavismo, del feudalismo y que llega con el capitalismo, hasta nuestros
días.
Dentro de esto, junto al excedente producido por un aumento en la
capacidad productiva, junto a la división de la sociedad en clases, no sólo
se dan diferentes relaciones de los hombres entre sí para la producción, es-
clavos y esclavistas, siervo y señor, obrero y capitalista, sino que también
se da, provocado por esa modificación de las relaciones entre los hombres
para producir, una modificación de la relación de la sociedad con la natu-
raleza. En primer lugar y omún a todos los sistemas clasistas la ecnología,
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determinante de los objetos que median la relación entre la sociedad y la
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naturaleza, está adecuada a la xplotación. Y en segundo lugar la importan-
cia que alcanza esta mediación técnica de la roducción compuesta como
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vimos básicamente de trabajo y naturaleza, en cada sistema productivo es
diferente. De allí el grado creciente de determinación de la relación socie-
dad naturaleza que adquiere la técnica. Esta posición es abiertamiente po-
lémica con quienes, aún desde el marxismo, sostienen la posición de que la
técnica está más allá de las clases y es una adquisición suprahistórica es
decir no condicionada por las relaciones históricas entre las clases.
Y a no es el hombre primitivo escaso de recursos sociales, con un muy
bajo desarrollo del la capacidad productiva, el que entabla una relación
productiva, metabólica con la naturaleza. Aquél enía un comportamiento
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muy similar al de otras especies, su actividad productiva era la recolección
y la caza, y no se diferenciaba en mucho de l^s demás miembros de la fau-