Page 3 - revistab-suplemento
P. 3

Editorial

           Hace ocho años y cinco meses el gobierno espurio de Felipe Calderón ejecutó el decreto de extinción
           de Luz y Fuerza del Centro; para llevarlo a cabo, consultó con su gabinete y todos los gobernadores
           de los estados, además del jefe de gobierno de la Ciudad de México de ese entonces. Por tal motivo,
           la toma violenta de las instalaciones por parte del ejército y las fuerzas policiacas constituyó en los
           hechos  una decisión  de  Estado, decretada  por  el  Ejecutivo  con la  complicidad  de los otros dos
           Poderes de la Unión, el Legislativo y el Judicial.

               La decisión de Estado fue la respuesta a la posición actuante y única que durante años nuestra
           organización sindical mantuvo en contra de las pretensiones privatizadoras del sector energético y
           la entrega de la riqueza del país a la oligarquía nacional e internacional. Después del decreto y con
           el SME sin su fuente de empleo, sin su contrato colectivo y con su fuerza disminuida, el camino de
           la  privatización  había  sido  allanado;  así  los  oligarcas  pudieron  cumplir  sus  objetivos
           desnacionalizadores a través de las llamadas reformas estructurales.

               Desde entonces, el Sindicato Mexicano de Electricistas enfrentó una feroz campaña mediática,
           con odio de clase sin precedentes, al menos no recientes, sufriendo la fractura de su membresía al
           liquidarse una buena parte de trabajadores que le creyeron más al gobierno y sus promesas, que a
           la fuerza y a la historia de su organización sindical. Para cumplir esta labor de zapa el gobierno
           contó con el esquirolaje de personajes que se alejaron de la organización y se prestaron al perverso
           juego  de  la  división,  convirtiéndose  así  en  colaboracionistas  del  gobierno  que  pretendía  la
           disolución forzada del Sindicato.

               El  SME  ha  tenido  que  sobrevivir  con  su  digna  resistencia  todo  este  tiempo  en  un  entorno
           diferente  al  de  antes  del  decreto  de  extinción.  Hoy  el  escenario  es  totalmente  neoliberal  y
           antiobrero, con una Constitución mutilada en su parte esencial, una Ley Federal del Trabajo que
           precariza el trabajo y el salario, y una condición de despojo en el sector eléctrico producto de la
           apertura indiscriminada al capital, generada por la reforma energética.
               Después del aberrante fallo de la Suprema Corte de Justicia en 2013, la digna resistencia ha
           realizado  un  gran  esfuerzo  para  alcanzar  una  negociación  política  con  el  gobierno  federal,  los
           acuerdos tomados por amplia mayoría en nuestras asambleas generales nos han permitido darle
           claridad y rumbo a una salida negociada al conflicto.
               La  negociación  nos  colocó  en  una  ruta  que  se  convierte  en  un  nuevo  paradigma  sindical,
           rescatando nuestra naturaleza histórica y social de un organismo de resistencia y defensa de los
           trabajadores con nuevos componentes. En el marco de la nueva regulación legal del sector eléctrico
           hemos creado con un socio capitalista una empresa generadora de electricidad denominada Fénix,
           con la que se ha firmado un contrato colectivo de trabajo, lo que le da vigencia a nuestra existencia
           como organización sindical; también, para la comercialización de la energía generada, la creación
           de  una  comercializadora  y  dos  suministradoras,  una  de  usuarios  calificados  y  otra  de  usuarios
           básicos, que fortalecerán nuestra alianza estratégica con la Asamblea Nacional de Usuarios; además,
           con la recuperación de los bienes y los medios de producción que hoy tenemos como resultado de
           la negociación política, hemos constituido la Cooperativa LF del Centro.

               Nadie nos ha regalado nada. En nuestra lucha de resistencia, lo que hemos logrado es en defensa
           de nuestros intereses y enfrentando a todos los poderes del Estado. Los acuerdos a los que hemos
           llegado  con  el  gobierno  son  consecuencia  de  nuestras  rutas  independientes  de  lucha.  Hoy  los
           resultados nos lo demuestran, nadie  apostaba  a que regresaríamos  al sector eléctrico y mucho
           menos a operar nuevamente nuestras plantas en Necaxa, Tepuxtepec, Alameda, Lechería, Juandhó,
           Temascaltepec, etc.
               Mantenernos vigentes en el entorno del desarrollo de la industria eléctrica significará un gran
           reto que superaremos apostándole a la capacidad de nuestra mano de obra, a la elevación del capital
           humano  de  nuestra  cooperativa  y  al  creciente  uso  de  las  nuevas  tecnologías  para  elevar  la
           productividad de los trabajadores, aunados a nuestra experiencia y capacidad de organización, será
           lo que nos permitirá no sólo recuperar nuestro proyecto de vida, sino incluso convertirnos en un
           creciente grupo laboral de la industria energética nacional y de más allá de las fronteras de nuestro
   1   2   3   4   5   6   7   8