Page 3 - NEUROCOMUNICACIÓN La píldora del crecimiento de tu marca personal
P. 3
En este libro dedicado a las Neuroventas hablo de la importancia de crear una marca personal
propia y diferente, basada en el autoconocimiento, y comento también las técnicas más
novedosas de hábitos y comunicación que la Neurociencia pone a nuestro alcance.
http://www.icbbook.com/ficha.asp?id=114793
En él encontrarás las herramientas necesarias para crecer tanto personalmente como
profesionalmente a partir de un proceso comunicativo interno y externo exitoso.
Espero que lo disfrutes y, sobre todo, ¡que te sea útil!
1.0.- NEUROCOMUNICACIÓN
“Nuestro peor problema de comunicación es que no escuchamos
para entender, escuchamos para contestar”
Todos nos comunicamos continuamente y necesitamos sentir que los demás perciben aquello
que queremos expresar tal y como lo queremos expresar.
Partiendo del paradigma de que “es imposible no comunicar” (Dale Carnegie 1888–1955), nos
daremos cuenta de que siempre comunicamos aunque no queramos, y estaremos de acuerdo
en que hacerlo bien es esencial en nuestro día a día. Incluso a veces toma tintes dramáticos
cuando de esa imperfecta comunicación nacen los problemas.
Imagina la comunicación entre padres e hijos, o con tu pareja, cuando quieres expresar algo
que sabes que mejorará las cosas y no eres capaz de hacerlo; o a un jefe de equipo de
profesionales intentando dar un mensaje motivador o transmitir unas instrucciones clave; un
vendedor que sufre cuando no es capaz de expresar y hacer llegar las ventajas competitivas de
sus productos o servicios; o simplemente alguien que socialmente cree que puede ser tenido
más en cuenta, pero que su capacidad de comunicación no le permite conseguirlo viéndose
alejado de ese centro de atención que reclama.
En realidad, en cualquier situación de nuestra vida, y como personas y mamíferos que somos,
necesitamos comunicar y sintonizar con los demás, decir aquello que sentimos de manera que
impacte y transmita. Sin embargo, buenos comunicadores hay pocos, los que hacen que
sientas aquello que dicen. Los demás, nos limitamos a apoyarnos en las palabras (que,
recuerda, es la parte del proceso comunicativo que menos valor tiene). Intentamos decir algo
o expresarnos pero nunca nos quitamos de encima esa sensación de insatisfacción que
siempre nos persigue en forma de pajarito repitiendo una y otra vez: "Tenías que haber dicho
esto" o "tenías que haberte expresado mejor".

