Page 8 - NEUROCOMUNICACIÓN La píldora del crecimiento de tu marca personal
P. 8

Canal por donde enviamos el mensaje o cómo lo enviamos.

                  Contexto, situación en la que se produce el mensaje.

                  Todos estos elementos deberán ser tenidos en cuenta para conseguir el fin, que es que una o
                  varias personas interpreten el mensaje en el sentido que pretende el emisor.

                  Pero la neurocomunicación va un paso más allá y además añade la necesidad de que el
                  receptor se sienta seducido y mejore su realidad con dicho mensaje.

                  Cuando hablo de este tema no puedo dejar de pensar en una película muy conocida (Avatar).
                  Los que la hayan visto recordarán la escena donde una tribu autóctona (imaginaria) vive en paz
                  con la naturaleza y convive con unos magníficos animales que son su medio de transporte.
                  Para determinar cuál será el animal que les acompañará el resto de su vida intentan conectar
                  con él su cola de pelo… hasta que se produce una mágica conexión entre ambos y se
                  convierten en compañeros inseparables como parte de una comunicación neuronal que va
                  más allá de lo entendible. Y así es como yo veo la neurocomunicación.


                                                 1.4 LENGUAJE VERBAL



                  Siendo este al que más peso damos y más utilizamos de manera consciente, es el que menos
                  peso tiene en la capacidad de influencia, y se refiere al proceso hablado a través de las
                  palabras que usamos en nuestro mensaje.

                  Aunque a mí me gusta decir que la grandeza de un discurso no se mide la por la importancia de
                  sus palabras, sino por la emoción de sus silencios, la verdad es que, tal como comentábamos
                  anteriormente, en un proceso de inexorable deterioro comunicativo el ser humano ha ido
                  depositando toda su capacidad de comunicar en las palabras, olvidando, en un ejercicio de
                  dejadez y comodidad mal entendida, todo el poder que concentran otros sentidos mucho más
                  profundos y efectivos.

                  Es importante resaltar que nuestra comunicación verbal supone poco más del 40%, y en
                  algunos casos menos del 35% (según autores) de nuestra comunicación total. Es decir, que de
                  todo lo que comunicamos constantemente, solo algo más de ese porcentaje corresponde a lo
                  que decimos.

                  Y lo cierto es que en el habla intervienen elementos clave que, o bien nos diferenciarán del
                  resto, o nos sumirán en la más absoluta mediocridad comunicativa, como es el caso de más del
                  90% de humanos que está en esa situación de escasa o nula capacidad de comunicación.

                  Debemos recordar lo que ya hemos comentado acerca de la poca predisposición que tiene el
                  cerebro a digerir grandes cantidades de información, y que casi todo el lenguaje verbal pasará
                  el filtro de la parte cognitiva (neocortex), por lo que se analizará desde la lógica salvo que
                  consigamos algún salto de pértiga que nos desplace directamente al cerebro límbico
                  emocional (veremos cómo).

                  Como necesariamente tendrá que existir una parte racional hablada y no todo podrá ir al
                  límbico emocional, deberemos estructurarla con un discurso potente con elementos
   3   4   5   6   7   8   9   10   11   12   13