Page 7 - NEUROCOMUNICACIÓN La píldora del crecimiento de tu marca personal
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Por lo tanto, incidir en el recuerdo de nuestro interlocutor de una manera clara y sobre todo
efectiva en cuanto a QUÉ queremos que recuerde es el auténtico reto de la
neurocomunicación. La mayoría de comunicadores se limita a pasar por los recuerdos de la
gente de una manera tan superficial que ni siquiera marcan con una leve huella su paso. Sin
embargo, de los grandes comunicadores la gente podrá olvidar parte de lo que dijeron, pero
jamás CÓMO lo dijeron. Esa es su huella.
1.3 INFLUENCIA
La influencia es la capacidad de posicionamiento de un razonamiento por encima de otro, a fin
de que este sea partner del cerebro y afecte a su manera de interpretar la realidad e incluso la
mejore, siendo esta una de las características de la neurocomunicación.
No se trata de manipular el comportamiento del receptor, pero sí incidir en sus emociones ya
vividas o que forman parte de sus valores para que así se alinee de manera inequívoca a
nuestro discurso, consiguiendo la mayoría de las veces que lo viva como propio para, incluso,
lograr la conversión.
La influencia es la característica propia de la neurocomunicación. A través de los tres
elementos básicos (atención, recuerdo e influencia) se consigue situar en la misma
dimensión al interlocutor o interlocutores creando una realidad compartida que, como
veremos más adelante, se fundirá a través de la empatía.
Por lo tanto, a partir de estos elementos básicos que serán nuestro faro y brújula, utilizaremos
de manera constante distintos modos de comunicación en cada caso, o todos en la mayoría de
las ocasiones, logrando así un hábito comunicativo de excelente aplicación que utilizaremos en
nuestro día a día.
Antes de profundizar en los modos de comunicación y cómo emplearlos, destacamos de nuevo
que somos seres sociales, por lo que gran parte de nuestra vida transcurre en sociedad y con la
necesidad intrínseca de comunicarnos aunque habitualmente no se haga de forma que incida
de verdad en los demás.
Para que una comunicación funcione de manera fluida y efectiva intervienen diferentes
elementos de los que depende esa conexión.
Estos son:
Emisor, persona o personas que emiten el mensaje.
Receptor, persona o personas que reciben el mensaje.
Mensaje que decimos o queremos decir (muchas veces no es lo mismo).

