Page 6 - NEUROCOMUNICACIÓN La píldora del crecimiento de tu marca personal
P. 6
Como ejemplo, exponen el caso de una persona que acude a comprarse una casa. En poco
tiempo su inconsciente ha procesado hasta 6.000.000.000 de bits de información. Si
tuviésemos que confiar en nuestra consciencia no iríamos tan rápido a la hora de tomar
decisiones. Sabiendo el número de bits por segundo a los que trabaja la parte consciente,
necesitaríamos hasta 4 años para hacerlo.
Actualmente, el concepto que se tiene del inconsciente tiene más que ver con los afectos y con
los sentimientos que hace unos años. Hoy por hoy las intuiciones y las corazonadas están muy
arraigadas en el inconsciente y tienen mucho que ver en la toma de decisiones.
John Bargh no cree que haya una separación neurológica entre la consciencia y la
inconsciencia. Al menos, dice, no hay estudios en la actualidad que lo demuestren. Pero lo que
sí tiene claro es que ya no se trata del antiguo concepto freudiano por el que el inconsciente
actuaba bajo sus propias reglas de manera independiente e interfería en la conciencia.
Esto nos indica que el cerebro, en uno de sus propósitos de ahorrar energía, tiende a prestar
poca atención y a tirar del subconsciente en la búsqueda de respuestas rápidas a situaciones
ya vividas, con lo cual su grado de interés tiende a disminuir con facilidad a no ser que
utilicemos técnicas que le indiquen que aquello que está recibiendo es importante o nuevo.
Si esto lo trasladamos a una entrevista con un cliente, por ejemplo, veremos que su parte
analítica tendrá mucha más dificultad de procesar la información ya que esta va dirigida a la
parte cognitiva. Sin embargo, su metaconsciente está procesando mil veces más datos a través
de los gestos, miradas, etc. Y al final esto resultará definitivo en sus decisiones.
Por lo tanto: poca información y concreta, y mucha actividad dirigida a la emoción y a los
centros de decisión.
1.2 RECUERDO
El recuerdo se refiere a la información retenida en el cerebro en alguna de las tres memorias
posibles: memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo. De esta manera
el cerebro maneja la información que recibimos. Si vemos algo repetido varias veces por
mucho tiempo es posible que quede en nuestra memoria a largo plazo, mientras que otras
cosas, simplemente, están de paso.
Una de las piedras filosofales de la neurociencia es comprender exactamente cómo clasifica el
cerebro recuerdos como nacimientos, muertes, cumpleaños y otros eventos significativos. Lo
cierto es que tiende a olvidar con facilidad aquello que no considera importante y desconecta
rápidamente de ello tomándolo como parte de la enorme cantidad de información que recibe
a diario y que no almacena.
Prácticamente dos terceras partes de la información que recibimos es olvidada
completamente (al menos por el consciente) al día siguiente, y solo un 1% de la información
que llega al cerebro es procesada de forma consciente, según afirma el prestigioso Dr. Néstor
Braidot.

