Page 132 - Como mariposas a la luz
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Sobreviviendo a la “jungla de cristal”
La vida, el día a día de un vendedor transcurre a ras de suelo.
Ello nos debería permitir perspectiva y profundidad para analizar las situaciones y las
posibilidades desde el mismo entorno. El cara a cara, aunque incomodo a veces,
produce un acercamiento que nos aporta cierta sabiduría, vulgar, pero útil. No
obstante, a lo largo del camino vamos conociendo gente que, lejos de acercarse y
mezclarse viven empeñados en su propio ego, instalados en sus ¡Atalayas! Y se
convierten en esos “enemigos internos” a que todo vendedor deberá sobrevivir.
Desde allí, rodeados de su “zona cómoda” atrincherados en sus propias convicciones
y alimentados por su propia sabiduría, saborean sus propias ideas, las degustan, las
digieren y regurgitan sin pudor, a fin de aportar algo a los demás. Desde su Atalaya
no tienen perspectiva, pero no importa porque ellos ya saben lo que quieren.
Comparten su sabiduría y su claridad, pero se niegan a compartir “espacio” con
quienes deben aplicarlas. Son especiales y como tales se comportan citándose
continuamente con su deber de aportar a los demás mortales. Comparten y
preguntan, esperando la respuesta correcta que les confirme en su verdad y les
reafirme en su situación de iluminados. No suelen equivocarse porque en la Atalayas
no construyen espacios para el error y porque las ideas, los cambios, suelen ser
diáfanos en sus inicios y creación y solo encuentran tropiezo a ras de tierra… Muy,
pero muy lejos de las Atalayas.
Ellos dirigen pero no ejecutan, piensan pero no comparten, simplemente deciden y
se auto convencen a partir de ahí… Todo debe funcionar simplemente porque no
puede ni debe ser de otra manera. Cada vez son más numerosos los habitantes de
Atalayas y menos los que bajan a ras de tierra a mezclarse, probar por ellos mismos
sus propias ideas y citarse con la prueba error. A mirar con la perspectiva que da el
día a día que a veces, un simple árbol, te impide entrar en el bosque. Son los nuevos,
“creadores de ideas”. Gente brillante, que iluminados por la genialidad saben, en todo
momento, lo que más conviene sin preocuparse demasiado de “a quien conviene”
porque eso no es lo importante al menos para ellos…