Page 29 - 7. Folleto - LOS 144 MIL - ¿Quiénes serán ellos(1)
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                  el proceso de santificación y Yashwah; es Yashwah quien nos transforma, diariamente,
                  ¡por medio de su Espíritu!

                  Si en Salmo 15: 1-5, nos dicen quiénes entrarán al cielo, es decir quiénes serán
                  salvos, es claro que los hijos de Jacob cuyos nombres se encuentran registrados
                  en  las  puertas  de  la  ciudad  amada,  la  nueva  Jerusalén…  ¡ciertamente  fueron,
                  entonces, transformados por el  Espíritu Santo, para que fueran  merecedores de
                  entrar al cielo redimidos!



                                                      Tercera parte

                                  Las puertas de la nueva Jerusalén eran de perlas


                  Obsérvese que las puertas de la ciudad amada son de perlas (Apocalipsis 21: 21).
                  ¿Por qué se escogió la perla como material para las puertas de la ciudad amada?

                  Como todos sabemos, la perla se forma de un grano de arena dentro de la ostra, la
                  cual  ésta  irrita  botándole  encima  un  líquido  que  rodea  al  grano  de  arena
                  moldeándola y formándola ya como perla. Es decir, la perla se forma por irritación.

                  Ahora  bien,  ¿cómo  alcanzamos  nosotros  la  salvación,  es  decir  de  qué  manera
                  somos formados “perlas” para poder alcanzar la vida eterna ofrecida? La Biblia
                  nos responde diciendo: “…Es necesario que a través de muchas tribulaciones
                  entremos en el reino de Elohym”.

                  Es necesario que, a través de muchas pruebas, de muchas vicisitudes, de muchas
                  luchas, de muchos sufrimientos, seamos formados como legítimos cristianos para
                  templanza de nuestra fe, y estar preparados para resistir los ataques de satanás y
                  salir victoriosos. Todas esas pruebas, todas vicisitudes, todas esas luchas, todos
                  esos sufrimientos que padecemos a diario en nuestra vida son “irritaciones” que
                  sentimos permanentemente para poder ser formados “perlas” en Cristo, la puerta
                                                                                                         18
                  de la salvación para el futuro nuestro al final de los tiempos, y así, poder entrar al
                  reino de Elohym y entrar por las puertas de la ciudad amada, la nueva Jerusalén y
                  ser ciudadanos del cielo (Filipenses 3: 20).

                  Ahora  bien,  ¿qué  tienen  que  ver  los  144  mil  con  las  doce  puertas  de  la  ciudad
                  amada, la nueva Jerusalén, y con la nueva Jerusalén misma? Veamos el siguiente
                  Capítulo.






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                    Juan 10: 7 y 8
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