Page 39 - SECRETARIA DE EDUCACIÓN DE VERACRUZ
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La mejora de la educación hoy es un serio problema es decir una obviedad.
En realidad, siempre lo fue. Que para pelear por ella haya que reconstruir
algunas cosas y, tal vez, desmontar otras, tampoco es nada novedoso.
Dicho de este modo, lejos de entender la renovación y mejora de la
educación sólo como algo a hacer, es forzoso comprenderla como algo
que anida en el pensamiento, en lo que decimos y sostenemos sobre la
educación. Y, en esta dirección, sin que suene a pedantería o jerga
académica, cabe afirmar que la renovación es en gran
medida un discurso, una práctica de pensamiento y lenguaje, un tono y
modo de hablar de la realidad que es y de la realidad que debería ser
(Purpel y Shapiro, 1995).
La educación y cómo estaremos poniendo los pilares sobre los que sustentar,
siempre de forma compleja, qué hemos de hacer, por qué y para qué; si
procede mantener lo que hay o retroceder al ayer, y todo ello urdido sobre
nuestras visiones e interpretaciones de la realizada, nuestras explicaciones
de cómo y por qué ocurren las cosas, nuestras apuestas, en fin, a favor de
qué debería hacerse y cómo. Si, como bien dicen Bacharach y otros (1995),
siempre que nos enfrentamos con los cambios y la reformas, la innovación y
la mejora de la educación, entramos ineludiblemente en terrenos donde
rivalizan lógicas e intereses discrepantes, uno de los senderos privilegiados.
2. Algunas hipótesis de trabajo para la
renovación y mejora de la educación
Una cosa es que hayamos perdido la inocencia y la ingenuidad respecto a
las reformas escolares y la renovación pedagógica. Otra, bien distinta, que
hubiéramos de prohibirnos, del modo que fuera, seguir hablando de ello,
comprender lo mejor posible, en qué habría de consistir y qué podríamos
hacer, o persistir en un. Discurso renovador de posibilidad y conectado
fundamentalmente con los propósitos de transformación social y humana a
los que la educación no puede ni debe renunciar. Es bien cierto, desde
luego, que tanto la construcción de los nortes, sustancia y contenidos de la
renovación, como la articulación de las condiciones, estructuras, relaciones
y compromisos de la mejora de la educación representan una tarea de
enorme complejidad (escudero, 1999).
Las ideas, concepciones, cultura e ideología que participan en la definición
de qué y cómo mejorar siempre generan controversias. Y la creación de
condiciones idóneas para que prosperen las ideas más valiosas, así como
las estructuras y soportes de tantos factores implicados exige armonizar
tantas facetas que a veces la tarea parece casi inalcanzable.