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Otro rasgo característico de los textos claros, coherentes, sencillos y funcionales es la preferencia
del estilo verbal frente al nominal. Esto implica elegir utilizar los verbos más que los sustantivos,
dado que “los verbos forman el motor de nuestros textos. Con el verbo sujetaremos al lector mejor
que con cualquier otra parte de la frase, porque el verbo transmite la película que intentamos con-
tar” (Grijelmo, 1997).

Las directrices referidas al tono de la comunicación, apuntan al empleo del tono formal, informativo y
académico.
Por otra parte, es necesario advertir sobre cómo los vicios de expresión o clichés que se producen en los
medios de comunicación masiva -por lo general muy evidentes en los titulares de los informativos- son
asimilados por el lenguaje formal y académico. Un ejemplo de estos latiguillos son los “espectaculares
accidentes”, “voraces incendios” y “crueles asesinatos”, expresiones que por su uso recurrente y extendi-
do pierden estatus como información objetiva.

Tipos de texto utilizados en el área de ingeniería

Los tipos de textos más utilizados por un estudiante de ingeniería – o un ingeniero- son: proyectos, in-
formes, memorias, artículos científicos y ensayos. También se consideran el curriculum vitae y los textos
con marcas jurídicas –como los contratos de obra, arrendamiento de servicios-, que responden a otras
formas de organización del contenido y presentación de la información.
Para cada uno de estos tipos de textos, el autor puede tomar posturas objetivas o subjetivas, en función
del producto a redactar. A su vez, según sea la perspectiva adoptada por el escritor, el texto se des-
pliega mediante seis secuencias típicas: narrativa, descriptiva, expositivo-sintética, expositiva analítica,
argumentativa e instructiva. (Werlich, 1975: en Ciapuscio, 1994: en Prieto y Ochoa, 2011).

Por ejemplo: a la narración objetiva la conocemos como informe, a la subjetiva como cuento. En la des-
cripción objetiva se ubica la descripción técnica, en contraposición a la descripción impresionista. A las
secuencias de exposición sintética y analítica, les corresponden las definiciones, explicaciones y resú-
menes; mientras que expuestas desde una posición personal serían ensayos o artículos. Las argumen-
taciones con carácter objetivo se encuentran en los tratados científicos, a diferencia de los comentarios
que son opiniones del autor en relación a un tema. Por último, la secuencia instructiva en su forma
imparcial se manifiesta en las reglas o reglamentos, distintos de las indicaciones.

Lo cierto es que “de acuerdo con Adam (citado por Loureda: 2003) no hay tipos absolutos de textos
sino textos donde predomina un tipo de secuencia, entendida como una estructura jerárquica consti-
tuida por macroproposiciones” (Prieto y Ochoa, 2011). Esto lleva a reflexionar sobre la importancia de
dominarlas, para que en el balance del escrito, se puedan identificar los rasgos predominantes según
el propósito del texto.

De modo que el adiestramiento en la elaboración de informes, descripciones técnicas, reglas, regla-
mentos, definiciones, explicaciones y resúmenes, tiene como resultado el aumento de la capacidad de
análisis objetivos. Porque independientemente de la estructura discursiva, si se encuentran marcas de
subjetividad en algunas expresiones o marcadores textuales –muchas veces, inadvertidas por el propio
autor- el texto perderá en parte su requerido carácter imparcial, propio del quehacer científico.

Conclusiones y recomendaciones finales

Teniendo en cuenta las consideraciones y recomendaciones generales, los manuales de estilo, las nor-
mas que se aplican a los escritos según el área del conocimiento que se trate y los tipos de textos más

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