Page 15 - REVISTA VIRTUAL QUIMED

Siempre estaré ahí.Siempre estaré ahí.
8:40
Es hora de ir a casa, un día arduo y
agotador. Quiero llegar lo más pronto
posible, quiero comer y dormir; espero a
mi novio como todos los días, él siempre
me lleva a casa para asegurarse que
llegue a salvo.
He decidido caminar sola está vez, pero
siento que alguien me observa, calles
deshabitadas y callejones sin luz alguna,
miró mi teléfono pero no hay llamadas de
él, alguien viene detrás de mi... aceleró el
paso y el también, parece ser un hombre,
abro mi bolso para sacar mis llaves,
papeles y cartera me impiden que vea
muy bien, me siento agitada y el corazón
a punto de salir.... Estoy cerca de casa,
las llaves no las encuentro aún; llegó a la
puerta.... el hombre esta cerca. Creo que
este es el fin, pienso que tal vez quiere
robarme o quizás me violara. Dios sólo
pido que me ayudes por favor, aun no
encuentro mis llaves, escucho su respira-
ción detrás de mí, un momento de calma
al menciona mi nombre, esa voz es cono-
cida, es la de mi novio, me extiende sus
brazos y lanza su enorme sonrisa, me
siento segura,
me dice:
-Te vi desde que saliste, pero quise ver
como te enfrentaría a situaciones así,
siempre estuve pendiente de ti, no dejaré
que nada te pase. Te amo como a nadie
en este mundo. Aun cuando no veas a
nadie, siempre estaré ahí.
-Eres un tonto, casi muero del susto.
Eres lo más hermoso que me ha pasado
gracias, también te amo.
Nos despedimos, él me dio un abrazo
muy fuerte con un beso cálido en la
frente. Entró a casa y tengo tres mensa-
jes en mi buzón de llamadas
HISTORIA
Mensaje de las 8:30
-"Amor, ya voy en camino, pase lo que
pase siempre te llevaré a casa, no tarda-
ré. Te amo"
Luego suena el próximo mensaje:
Mensaje de las 8:35:
-"Rose, estamos yendo al hospital mi
hijo acaba de tener un accidente."
Quedé fria e impactada hace minutos el
estaba en mi puerta. Abro sin pensarlo
porqué aún no lo puedo creer, al abrir
suena el próximo mensaje:
Mensaje de las 8:45
-"Rose, él no resistió. Acaba de morir."
Aturdida al ver que él está del otro lado
de la calle, con su sonrisa encantadora
y despidiéndose con la mano arriba.
Lágrimas caen de mis ojos al verlo a él
y un segundo desaparece sin dejar
rastro alguno.
Cierro la puerta anonadada de lo que
acaba de pasar, el buzón me avisa que
acaba de llegar un nuevo mensaje
-"Amor, yo siempre estaré contigo para
cuidarte. Pido que seas feliz día tras día
y jamás dejes de sonreir, mañana estaré
esperandote nuevamente para llevarte a
casa. Te amo."