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Camino a la Victoria









          Dos. Actuar en fe significa que tú haces y vives por lo que Dios dice. Es más fácil decidir que
          hacer.  A menudo usamos largas cantidades de tiempo para agradar a los hombres y poco
          para agradar a Dios. También usamos gran cantidad de nuestros recursos monetarios para

          competir con otros, en vez de usarlos para agradar a Dios, que es vivir conforme a la
          Palabra de Dios.




          ¿Cómo es vivir conforme a la Palabras de Dios? Vivir como vivió Jesús, porque Él es el
          ejemplo y norma a seguir. Al escribir acerca de Jesús, el autor del evangelio de San Juan
          dice: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.» Juan 1:1.
          El verbo es acción y acción es ejecutar, llevar a la práctica las enseñanzas de Jesús.




          La Biblia es la palabra escrita de Dios.  Jesús es el Verbo viviente de Dios.  Esto significa que,

          a través de Jesucristo, Dios habló al mundo lo que Él quería decir. Y Jesús vivió una vida que
          se convirtió en el modelo de cómo cada creyente debía vivir.



          A menudo me pregunto lo que Jesús diría a algunos líderes cristianos a quienes yo conozco,

          que poseen más de una casa y cada casa es opulenta.  Y después, ellos pregonan que
          siguen a Jesús, quien no tuvo siquiera un hogar cuando predicaba.  También conozco
          muchos cristianos que se pasan la vida acumulando grandes sumas de dinero y dicen, «es

          para que, cuando esté viejo, pueda vivir cómodamente.» Y ellos también dicen que siguen
          a Jesús, quien nos dijo que nosotros no debemos preocuparnos por el día de mañana.  Una
          vez, fui invitado a la casa de un famoso evangelista a nivel mundial.  Por error, abrí un
          closet y no el baño.  En este closet, por lo menos había 100 trajes y numerosas corbatas;

          unos 50 pares de zapatos y un elegante equipo de golf. Quizás ese hombre se dio cuenta de
          que había visto su closet, porque más tarde me dijo que esa casa se la había regalado un

          hombre de negocios y que necesitaba muchos trajes para aparecer en sus cruzadas
          evangelísticas internacionales.  Hubiera querido que no me explicara nada.  Él exhorta a la
          gente a seguir a Cristo, quien nunca tuvo un par extra de zapatos, ni dos túnicas.









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