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1.   Efectividad de argumentos racionales    Social ha demostrado lo acertado de este saber.
                      versus emotivos.                         En efecto, las impresiones iniciales construyen
                                                               en las personas una suerte de esquema mental
                  Ahora bien, algunas respuestas a estos interro­  a partir del cual se interpretará lo que hace, dice
                  gantes,  revelan  que cuando el  receptor es de   o siente el otro que recién se conoce, y además,
                  elevada formación y está habituado a un proce­  son  muy  resistentes al  cambio.  De  allí que es
                  samiento analítico y racional de la información   clara la  importancia que en un  proceso judicial
                  (como  suelen  ser  los jueces)  el  impacto  será   tendrán  los alegatos apertura  -sobre todo en
                  mayor si se emplean mensajes que demuestren   juicios con jurados- pues con ellos se propor­
                  racionalmente que las afirmaciones que se efec­  cionará  a  los  receptores  un  esquema  general
                 túan son ciertas o que las acusaciones son falsas;   que les servirá de marco para prestar atención
                 y, tendrá  un  impacto  menor el  caso contrario,   a determinadas partes de la historia, organizar
                 es decir, aquél que sólo apele a la emoción. En   sus fragmentos,  interpretar  partes  oscuras  y
                 este último supuesto, una demanda con un claro   finalmente evaluar las responsabilidades de los
                 tinte amarillista en su escrito de inicio, no suele   actores judiciales en la cuestión a juzgar.
            de  Derecho  de  la  Universidad  de  Lima  ciendo el derecho apela a la lástima.  todos modos los receptores lo construirán  para
                  ser vista con buenos ojos por los magistrados (o
                                                               La  importancia de que el  abogado brinde este
                 en quienes ellos deleguen el seguimiento de la
                                                               marco interpretativo del caso, se debe a que de
                 causa), sino que es posible que se la considere
                  redactada  por un mal abogado que, descono­
                                                               comprender el asunto e ir armando la historia en
                                                               su mente, por lo que será importante intervenir en
                 Los jueces, por su propia actividad, suelen ser re­
                                                               este proceso por medio de una exposición inicial
                 ceptores predispuestos a elaborar los mensajes,
                                                               muy bien organizada, que no colapse al receptor,
                                                               sino que cuente con dos o tres temas centrales,
                 y por ende, suelen ser más receptivos a los argu­
                                                               que se repitan con otras palabras y metáforas, etc.
                 mentos razonados, empleando rutas centrales.
                 un  magistrado  poco  interesado  por el  asunto
                 o poco analítico estará  más  inclinado a tomar
                                                                   altera el producto.
            Facultad   Sin embargo, ello no descarta el hecho de que   3.   En Derecho, el orden de los factores sí
                 decisiones a  partir de percepciones acerca del
                                                               Uno de los últimos temas que abordaremos es
                 comunicador,  tales  como  su  presencia,  sim­
                                                               la importancia del orden en la exposición de los
            la   patía o demás variables extra-jurídicas que se   temas  que  hace  un  abogado  en  sus  alegatos
            por  alum nos  de   consciencia de los procesos que intervienen, por   finales. La pregunta que intenta responder aquí
                 procesan por las rutas periféricas. Es que como
                 dijimos, muchas veces nos formamos opiniones
                                                               la PSD es ¿cómo debemos exponer el caso para
                 sobre  algo  o de alguien  sin  tener demasiada
                                                               que quede en la memoria del sentenciante? ¿de­
                 medio de heurísticas, sensaciones, sensación de
                                                               bemos exponer lo más importante al principio
                                                               para que impacte o debemos reservarlo para el
            Revista  editada   similitud, experiencias y hasta intuiciones pro­  final para que perdure en la memoria?
                 pias. De allí que alguien puede parecer dotado
                 de  credibilidad  o  digno  de confianza  sin  que
                                                               Un  experimento  ya  clásico  sobre  la  cuestión
                 existan razones explícitas para ello.
                                                               quizás  nos  de  la  respuesta  (planteado  por
                 2.
                     Las primeras impresiones.
                                                               Miller y Campbell36 y replicado innumerables
                                                               veces). Se proporcionó a un grupo de personas
                 La sabiduría popular nos habla de la importan­  una  versión  resumida de  un juicio  por daños
            131   cia de las primeras impresiones, y la Psicología  y perjuicios  iniciado  por  un  grupo  de consu-
            ADVOCATUS   36.  MILLER, Norman y CAMPBELL, Donald. T. "Recency and primacy ¡n persuasión as a function ofthe timing ofspeeches





                     and measurements". En: Journal of Abnormal and Social Psychology. Vol. 50. Num. 1. Julio 1959, pp. 1 -9.



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