Page 15 - La Rebelión de los Bolsillos Rotos
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La Rebelión de los Bolsillos Rotos
1. El dinero no es bueno ni malo.
Es sabido que muchas personas satanizan el dinero, sobre
todo en aquellos ambientes donde se deja a merced de un
milagro lo que pase en sus vidas. Claramente, cuando las per-
sonas no se hacen cargo de sus decisiones prefieren concluir
que lo que les pasa es obra de Dios, así, si se es pobre es por
voluntad de Dios, se parece al cuento donde la vaca es la
culpable. Peor aún, son aquellas personas que malgastan el
dinero y después se van a caminar en peregrinaciones o hacer
vigilias para que Dios les ayude a salir de deudas.
Existe otra manera muy extendida de percibir el dinero
que deja la responsabilidad de adquirirlo únicamente en ma-
nos de las personas, asumiendo que todas tienen las mismas
capacidades y oportunidades. Desde el inicio debo dejar algo
claro; no se pretende quemarle incienso al pensamiento re-
cocinado que profesa que ser pobre es mental. Este pensa-
miento simplón tiene muchos adeptos, quienes sentados en
sus inodoros y con sus celulares de alta gama, además de ha-
cer del cuerpo, sueltan el gas en sus redes sociales afirmando
que el pobre es pobre porque quiere. En la época donde para
mí el dinero era un fin, también tuve este pensamiento que
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