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con el tiempo una “piedra en el zapato”. Una
        publicación del periódico Rugidos (Diciembre
        de 1958), publicado por el Club de Leones, ya
        demandaba un terreno especial para las cele-
        braciones.
           “La dimensión de nuestras calles – argu-
        mentaban-, hace dificultoso acomodar los
        juegos mecánicos, champas de vendimias,
        loterías y demás juegos, cada año que se cele-
        bran las festividades patronales”. Propugnaban,
        además, por el orden, control, aseo y el des-
        congestionamiento de las arterias principales
        durante los días festivos.
           Sobre este modelo que se mantendría por
        más de dos décadas. Juan De Dios Galán, el
        poeta de Armenia, hace la siguiente reseña:           CLUB SOCIAL ARMENIENSE. SENTADOS
           La alegría que nos inundaba a los cipotes de       DE IZQUIERDA A DERECHA, IRMA TOBAR,
        ese tiempo y después de haber terminado el año        ISABEL POSADA, ESTELA GUERRERO DE
        escolar, era la llegada de don Andrés Flamenco.       ARMAS, CHITA GIRÓN, VILMA FUENTES.
        La rueda la instalaban donde convergen la 2ª.         DE PIE DE IZQUIERDA A DERECHA, PEDRO
        Avenida Norte y la Primera Calle Oriente, dicho       COLORADO, EDUARDO RODRÍGUEZ FLORES,
        más claro las esquinas contiguas del parque y         ALCIDES CÁRCAMO, MARIO HUESO, JAIME
        la parroquia.                                         EUCEDA, JORGE ALFARO, ALEJANDRO
           Avanzaba Noviembre y comenzaban a lle-             ARMAS, ÒSCAR ARÉVALO, CARLOS ARMAS,
        gar las ventas de tostaditas de plátano, yuca,        MARIO HUESO, CARLOS MARTÍNEZ
        papitas, el ponche con sus gotas
        de guaro, el chocolate, el café con                                varón debidamente trajeado, con
        pan, las pupusas y otros.                                          saco y corbata, las señoritas con
           Y para que fuera genuina la                                     bonitos y gracioso atuendos de la
        fiesta del pueblo venían los dulces                                época.
        de toronja, de colación, las jaleas,                                 Las tarjetas para entrar a los
        los ataditos de dulce de panela,                                   bailes costaban 5 colones…eran
        conservas de coco, piña, camote,                                   amenizadas por grandes orques-
        manzanilla y los infaltables anicil-                               tas como: la internacional Polio,
        los, por supuesto las granadillas,                                 que dirigía Paquito Palviccini, la
        duraznos, perotes y jícamas, todas                                 exitosa orquesta Barrientos, la
        ellas ricas frutas de temporada.                                   orquesta de “Bobby” Lechuga;
           También llegaban las FONDAS                                     la Casino, de Tito Quinteros; la
        (venta de cerveza) que se con-                                     Sono Lux, de Carlos Quintanilla;
        struían con zacate seco, amar-                                     lo mismo que la orquesta Apolo,
        radas en parales. Ahí se daban          MADRINA                    compuesta por armenienses.
        cita los adoradores de las bebidas                                   Más adelante aparecieron ame-
        espumosas y embriagantes y las          BETTY LAZO                 nizando las fiestas la orquesta
        muchachonas de la vida alegre.          NOVIA                      de los Hermanos Flores y la San
                                                DEL CLUB
           Los bailes eran toda una             DEPORTIVO                  Vicent
        sensación y se realizaban en la         SALVADOREÑO                  Las entidades que promovieron
        Alcaldía Municipal, con invitación      (1964)                     grandes e inolvidables fiestas en
        girada a señoritas o caballeros, el                                aquellos tiempos y que vale la pena



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