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ellos… todos los muchachos y las muchachas
de mi Colegio”.
Pero no sólo Consuelito Montalvo dijo adiós
en esos años, también le siguió el viejo edifi-
cio que ella construyó. Con sus ya destrui-
das habitaciones, todavía prestó un servicio
humanitario, como dormitorio público. Un
filántropo que prefirió el anonimato compró
esas instalaciones y las donó exclusivamente
para la gente pobre que se quedaba en los por-
tales o el quiosco. Sin embargo, nadie le dio
mantenimiento. Al final sin más fue reducido
a escombros.
¿Pero, que fue de Atilio, aquel niño que una PRIMER ANIVERSARIO. ATILIO
mañana de 1952 llegó a Armenia y de inmediato MONTALVO, EL PRIMERO DE IZQUIERDA
simpatizó, con su tía Consuelo? A DERECHA, EN LA CELEBRACIÓN DEL
Habría que hacer una digresión muy grande. PRIMER AÑO DE OPERACIONES DE LA
Sin embargo, el cuadro no quedaría completo, POLICÍA NACIONAL CIVIL, A SU LADO EL
si dejamos de lado a esa alma gemela de Con- LICENCIADO JOSÉ MARÍA MONTERREY
suelo Montalvo en la década de los cincuenta. PRIMER DIRECTOR DE ESE CUERPO
Dicho así, no dejemos la pregunta sin contestar.
A veces no es necesario jugar al dibujo total para
alcanzar un determinado grado de realismo. pasos de Atilio. Sin más comenzó el bachil-
Atilio luego de concluir la primaria, ingresó lerato. Pero, aquello era un mundo distinto.
al Plan Básico de Orientación de Armenia. Allí “venía de estar con mi tía más liberal, con una
estudio tres años. Era un adolescente inquieto; visión diferente, acostumbrado a andar libre
todavía seguía bajo la responsabilidad de su tía en el pueblo y, en el bachillerato, un montón
y Rogelio su padre. de limitaciones”, se quejaba, sin terminar de
Armando Díaz y Ana Marina Sandoval, sus asimilar las nuevas circunstancias.
dos compañeros de curso, lo recuerdan como Asegura que sus tíos eran grandes conser-
si fuera el primer día, “siempre presentaba sus vadores y tuvo que soportarlos todo el bachil-
tareas –aseguran- pero en la que más empeño lerato. Sus vacaciones las pasaba en el Opus Dei
ponía era la de inglés. Todavía lo vemos con un (en latín obra de Dios), mientras otros jóvenes
cuadernito bajo el brazo”, refieren. de su edad, al terminar sus estudios de edu-
“Era de los que manejaban sus centavitos cación media jugaban y se divertían o hacían
– señala Armando-, nunca fallaba e la tienda planes; incluso tenían novia.
para comprar pupusas y empanadas y no se Sus días con esos religiosos se volvieron
las comía solo, siempre compartía con los que monótonos, siempre la mismas cosas, el rezo,
no teníamos. Era bien ameno, cuando íbamos el sacrificio y el estudio. Sólo al levantarse venia
al huerto escolar que estaba bordeado por un el primer ofrecimiento a Dios, besar el suelo y
río, siempre nos empujábamos y algunas veces tomar la ducha helada. Luego, a seguir orando
terminábamos en medio de la correntada”, recu- el resto del día.
erda mientras se ríe de sus travesuras de ese “Ya había muerto mi tía Consuelo y tam-
tiempo. bién la hermana mayor, Sarita -narra-, en ese
Paralelo con el fin del tercer curso, su tía momento entré a la Universidad y resulta que
Consuelo dejó el colegio. Armenia, a partir de allí se cayeron todos los esquemas de mis tíos.
ese instante con mucho dolor quedó atrás. Sus Así cuando ingresé a la U, me liberé otra vez, me
tíos serían hoy los responsables de guiar los fui de la casa y empecé a trabajar. Salí de esa
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