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LA CALLE ES EL LOCAL
PRINCIPAL DONDE SE DAN CITA
LAS MEJORES ORQUESTAS DE
EL SALVADOR
LA CALLE SE CONVIRTIÓ
EN EL ESCENARIO DE
LOS ARMENIENSES EN EL
EXTERIOR PARA CELEBRAR
SU FIESTA. EN LA GRAFICA
ERNESTO SÁNCHEZ BAILA
CON SU HIJA NATALIE I
REINA DEL CARNAVAL
ello en los primeros minutos no se percataron Por la hora del desastre y por “soltarse” a
del peligro. “Mis papás seguían dormidos - unos cien metros de las oficinas de telecomuni-
continúa -, hasta que con hachas rompieron caciones (ANTEL), las conexiones se cortaron,
las puertas y vieron que las llamas las tenían a así como el fluido eléctrico. Cristóbal Portillo,
menos de dos metros. En la angustia lo único que hijo de Ignacia y tío de los menores, al llegar
sacaron fue la cama donde estaban durmiendo, al lugar lamentaba que su hermano no se diera
todo lo demás se quemó”, manifiesta todavía cuenta de la tragedia.
con gran tristeza. Cristóbal, al evocar esos momentos que
Otro de los perjudicados fue Emilio Portillo, vivió dijo: “Mi madre estaba totalmente desa-
quien no se encontraba al momento del fuego. mparada, apenas alcanzábamos a escuchar los
Junto a su esposa ese día se habían trasladado gritos de auxilio. La angustia se multiplicaba a
a San Salvador, donde tenían un negocio de cada momento; pues, las llamas consumieron en
granos cerca del Mercado Central. El incendio términos de minutos la fachada de la vivienda.
se inició precisamente a mitad de esa cuadra, El agua era escasa y sólo se oía el rechinar de la
donde estaba su negocio. madera consumida por el fuego”, asegura.
La horas de zozobra se acentuaron más, “Milagrosamente, y lo digo con gran agradec-
porque allí se encontraba la abuela Ignacia imiento, el puesto de la Guardia Nacional que
Burgos Portillo con los hijos de Emilio: Julio estaba a la par del almacén todavía no había
Emilio, Jaime Wilfredo, Gloría Aleyda y Edwin sido alcanzado por las llamas y los uniforma-
Portillo García, este último que no llegaba ni dos saltaron un tapial que daba al almacén y
siquiera a la adolescencia. en medio de la humazon, subieron a mi madre
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