Page 24 - Revista 3ES OCTUBRE 2018- II
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En la Edad Media, la muerte era un eje pri-
                                        mordial a partir de la idea de la resurrección,
                                        por eso se crearon cámaras funerarias llamadas
                                        catacumbas. La representación de la muerte
                                        estaba vista de dos formas, por un lado la muerte
                                        del cuerpo y por otro la del alma, que se merecía
                                        al traicionar al Dios cristiano. Como método de
                                        evangelización, al respecto se realizaron muchas
                                        representaciones del infierno y de diferentes
                                        demonios que habitaban este horrible lugar.
                                            Del otro lado del océano, los incas en la an-
                                        tigua América no temían a la muerte, era solo
                                        una transición a otro estado. Pero al igual que el
                                        mundo Egipcio pensaban que existía una energía
                                        vital y que el cuerpo se debía mantener lo más
                                        que se pudiera, esto era complejo ya que las
                                        generaciones crecían y algunos difuntos eran
                                        olvidados, por eso resolvieron colocar varios
                                        cuerpos en un solo espacio llamado Ayllu.

                                            En Mesoamérica, resultado de lo mítico y lo
                                        ritual, nos asombra Mictlantecuhtli era el señor
                                        del lugar de los muertos. Curiosamente los mexi-
                                        cas, igual que los griegos, vieron en el perro a un
                                        ser vinculado con la muerte. Le llamaban Xólotl
                                        y era un dios, dios de los espíritus, ayudante de
                                        los muertos para cruzar al otro lado.

                                            El Mictlán, resguardado por Mictlantecuhtli
                                        contaba con 9 niveles, donde la geografía incluía
                                        ríos, cerros de navajas chocando entre sí, el
                                        viento soplando como cuchillos, donde para-
                                        dójicamente las fiestas alegran los corazones,
                                        y una niebla cegadora finalmente daba el alivio
                                        deseado.
                                                                                         Sin celulares, sin metro, sin comida rápida...
                                            Es la muerte un suceso tan relevante en la vida
                                        del ser humano, que para los pueblos antiguos,       Hace cincuenta años esta ciudad era otra. Sabina y Pablo
                                        constructores de las bases de nuestras creen-    viven ahí en tiempos de cambio, de amor y paz...
                                        cias, este fenómeno estaba lleno de significados
                                        que les permitían tener una vida menos pesada
                                        y más llevadera. Para nosotros, habitantes pos-      No te pierdas esta sensacional propuesta teatral en Teatro
                                        modernos de la tierra no nos queda más que       en Corto Nápoles,  Yosemite #40. De jueves a sábados de
                                        entenderlos, revivirlos y disfrutarlos en estas
                                        fechas venideras.                                8:00 p.m. a 10:30 p.m. domingos de 7:00 p.m. a 9:30 p.m.
                                                                                         seis funciones al día, una cada 30 minutos.





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