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1. Al parecer todo esto surge de una
reinterpretación del testimonio del historiador
italiano Tomas Caivano, que no se refiere a
salvar a la ciudad de Lima, sino a los
extranjeros que vivían allí “con todos los
medios de que pudiese disponer”.
2. No existe un documento que compruebe
este hecho. Solo la afirmación del historiador
peruano Rubén Vargas Ugarte. Al referirse a
Baquedano quien dijo que sería difícil
controlar sus tropas al ingresar a Lima “(…)
tomó entonces la palabra, el contralmirante
francés y con firmeza subrayó que los
cañones de sus barcos romperían sus
fuegos contra los barcos chilenos, en el que
caso de que no se respetar las leyes de
guerra. Esta amenaza bastó para que en
efecto se adoptan todas las medidas del
caso.” (Vargas Ugarte, 1971, p.183-184).
3. Los chilenos consideran que Petit Thouars
solo se adhirió al pronunciamiento de las
flotas extranjeras que se encontraban
presentes en las costas de Lima y estaban
liderados por el almirante británico Stirling.
4. Los barcos extranjeros que se encontraban en el Callao y que supuestamente atacarían a la flota
chilena en caso que destruyeran la ciudad, eran: “en su mayoría barcos de bajo fuego destacados
sólo para actividades veedoras y pacíficas, en calidad de neutrales. Salvo por el "Victorieuse"
francés, ninguno estaba a la altura del "Blanco Encalada" y del "Cochrane" chilenos, o del ya
incorporado "Huáscar", por lo que difícilmente hubiesen tenido posibilidades reales de hundir la flota
chilena en una supuesta necesidad de "salvar" Lima” (Soberanía de Chile)
Asimismo, los chilenos señalan que Petit Thouars recibió una condecoración de las damas de Lima
por haber salvado a la ciudad de su destrucción.
Todos estos argumentos presentados por los historiadores chilenos sustentan que la defensa de
Lima por Petit Thouars fue un mito creado por los peruanos, en un momento en que la ciudad de
Lima era destruida y saqueada por los mismos habitantes quienes luego de la derrota de la batalla
de Miraflores cayeron en el caos. En Lima, se produjeron saqueos, incendios y desmanes que los
extranjeros tuvieron que formar guardias urbanas para controlar el desorden.
Como peruano me siento tentado a defender la historia nacional en su versión peruana, como
historiador creo que varios indicios apuntan a identificar varios mitos que se fueron creando durante
los confusos años de la ocupación chilena. Este tema no está cerrado, hay mucho por investigar,
es hora de hacerlo.
“EL COMANDANTE” | OCTUBRE – NOVIEMBRE - DICIEMBRE | AÑO 10 N° 38 44
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