Page 82 - Cuentos para Triunfar
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10º) Abra su paradigma.


                                        Los ojos de los pájaros


                  En  cierta  oportunidad,  un  hombre  fue  encarcelado  injustamente  por  un
                  movimiento revolucionario. Era una persona honrada, honesta y padre de una
                  pequeña niña cuyo amor mutuo, superaba lo conocido.
                      En  esa  cárcel,  sólo  se  permitían  visitas  un  domingo  por  mes;  pues  su
                  régimen era el reflejo del régimen militar que imperaba en todo el país. Esto
                  hacía que la pequeña sufriera terriblemente la ausencia de su papá, no sólo por
                  no poder verlo todos los días, sino por haber sido encarcelado injustamente, al
                  haber mantenido una opinión política distinta a la del régimen.
                      Durante muchos meses, la niña intentó pedir ayuda para liberar a su padre
                  del  encierro,  más  nadie  le  prestaba  atención,  o  simplemente,  todos  temían
                  enfrentarse  al  gobierno.  Pero  la  niña  era  muy  valiente  y  obstinada,  y  en
                  reiteradas  oportunidades  se  presentó  en  el  despacho  del  director  de  la
                  penitenciaria pidiendo, casi exigiendo, la libertad inmediata de su padre, pero
                  jamás  obtuvo  una  respuesta  satisfactoria;  o  mejor  dicho,  jamás  obtuvo  una
                  respuesta.
                      La desesperación mayor de la niña, era la falta de libertad de su papá, la
                  sensación  de  encierro  que  estaría  sufriendo  entre  esas  cuatro  diminutas
                  paredes.  Entonces  decidió  transmitirle  de  alguna  manera  un  sentimiento  de
                  libertad;  debía  hacer  algo  para  que  él  pudiera  olvidar  el  sufrimiento  del
                  encierro.
                      De  pequeña,  había  aprendido  a  soñar,  a  desarrollar  su  imaginación  con
                  cada uno de los cuentos que su papá le contaba antes de dormir. Recordó esas
                  sensaciones y penso:
                      A veces, la imaginación es más real que la propia realidad. Debo lograr
                  que mi padre imagine la sensación de libertad; de que no se encuentra en un
                  calabozo. Quiero que piense que es tan libre como un pájaro...
                      Recordó que los cuentos que más la "transportaban", eran los de pájaros.
                  Pues ellos podían ir a donde quisieran, cuando quisieran. Volar, era la máxima
                  sensación  de  libertad  que  jamás  haya  existido.  Ella  personalmente  lo  había
                  experimentado, en cada noche, en cada cuento, en cada caricia de la mano de
                  su padre.
                      Se acercaba el domingo de visita. Una vez más, su corazón comenzaba a
                  inquietarse  ante  el  inminente  encuentro.  Preparó  meticulosamente  una  gran
                  hoja de papel, y  en  él  dibujó  un  bello  paisaje  de un  atardecer  en  el  campo
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