Page 86 - Cuentos para Triunfar
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12º) Capacítese "permanentemente".

                         El ingeniero; el técnico y el especialista


                  Un barco que estaba en el puerto, sufre una avería en una válvula de la tubería
                  de una de sus máquinas.
                      El  capitán  llamó  a  sus  colaboradores  para  resolver  la  situación,  y
                  decidieron pedir la asistencia de un ingeniero naval.
                      Se presentó al día siguiente el erudito ingeniero. Revisó toda la cañería.
                  Hizo algunos cálculos. Aplicó algunas fórmulas, y concluyó que la rotura se
                  debía a excesiva presión en la válvula.
                      -  Cuánto nos cobrará Ud. por arreglarla? – preguntó el capitán del barco.
                      -  Mis honorarios por la consulta son tres mil pesos. Mil pesos por día.
                          Pero para arreglar la válvula deben llamar a un técnico.
                      Así lo hicieron. Pasaron algunos días y el técnico se presentó. Revisó la
                  válvula.  Hizo  algunos  ajustes.  Cambió  algunos  repuestos.  Pero  no  pudo
                  arreglar la válvula.
                      -  Este es trabajo para un especialista. La válvula es muy sofisticada.
                      Se retiró dejando una factura por treinta mil pesos, por  los arreglos y el
                  tiempo invertido.
                      Decidieron poner fin a esta situación, y llamaron al especialista.
                      -  Debemos  arreglar  de  inmediato  esta  válvula. El  barco  debe  zarpar  el
                          próximo lunes – expresó el capitán, ya cansado de la situación.
                      -  No hay problema – dijo el especialista.
                      Observó  la  cañería  por  unos  segundos.  Se  agachó.  Abrió  su  caja  de
                  herramientas. Sacó un martillo, y dio un fuerte golpe a la válvula.
                      Para sorpresa de todos, esta comenzó a funcionar correctamente.
                      -  Pero que maravilla – dijo el capitán – nos podríamos haber ahorrado un
                          montón de tiempo si lo hubiéramos llamado a Ud. desde un principio.
                          Al  final,  y  gracias  a  Dios,  no  fue  tan  complicado.  Dígame,  señor:
                          cuánto le debemos por este trabajito?.
                      -  Son trescientos mil pesos
                      -  Pero  Ud.  está  loco!.  Vino  un  ingeniero,  que  trabajó  tres  días  y  nos
                          cobró  tres  mil  pesos.  Luego  llamamos  a  un  técnico  que  estuvo
                          trabajando  durante  tres  semanas,  cambiando  algunos  tramos  de  la
                          cañería, y nos cobró treinta mil pesos. De pronto se presenta Ud. está
                          tres minutos, le pega un golpe a la cañería y pretende cobrar trescientos
                          mil pesos?. Ud. está chiflado...
                      -  Oh! no señor. Yo no pretendo cobrar trescientos mil pesos por el golpe.
                          El detalle real es el siguiente: por haber golpeado la cañería, le cobro un
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