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inversionistas privados las había obstaculizado. Para 1992, antes de la reforma agraria, existían
únicamente 110 proyectos de asociación entre inversionistas privados y ejidatarios.
• La reforma al Artículo 27 abrió el sector ejidal a la inversión extranjera directa. Eliminó la
prohibición a formar asociaciones entre inversionistas extranjeros y ejidatarios, aunque limitó la
participación de la inversión extranjera al 49 por ciento. Para los diseñadores neoliberales de la
nueva reforma agraria había una necesidad de garantizar derechos de propiedad bien definidos,
protegidos por el sistema judicial, puesto que la falta de seguridad en la tenencia de la tierra
había obstaculizado la inversión en la agricultura 26. Buscaron que la reforma
agraria promoviera el funcionamiento de los mercados de tierras liberandocompletamente la
renta y permitiendo la venta entre los miembros del ejido aumentara los incentivos a la inversión
y mejorara la gobernabilidad y la reglamentación en el campo. Para sus críticos, las reformas
eran innecesarias, se enfocaban en temas erróneos y podían conducir a la desaparición del ejido
con un daño irreparable a la estructura social en el campo. Las
reformas polarizarían aún más el campo mexicano en el que coexiste un sistema deagricultura
bimodal: un campo empresarial, moderno y competitivo en el mercado internacional, y otro
campesino e indígena, atrasado y de subsistencia. Las reformas al Artículo 27 constitucional
marcaron el fin de la distribución agraria, abrieron la puerta a la privatización de los ejidos y las
comunidades y a la apropiación del territorio nacional por las corporaciones mercantiles
nacionales e internacionales.
En la primera fase las políticas de la ―nueva reforma agraria‖ pusieron el énfasis
en asegurar los derechos de propiedad y otorgar derechos completos a los detentadores de tierras
a través de un proceso de privatización. Bajo la nueva ley agraria los campesinos pueden tener
derechos completos de propiedad sobre sus parcelas y el derecho a decidir el destino de las
tierras comunes y los recursos colectivos del ejido y las comunidades agrarias. La idea que guió
las reformas era crear un mercado de tierras activo que promoviera la localización eficiente de
los recursos y mejorara la inversión en la agricultura28. La reforma al Artículo 27 fue seguida
por un programa (Procede) que permitía la regularización de la tenencia de la tierra y definía
derechos de propiedad claros en los ejidos y comunidades agrarias para millones de campesinos,
además de dotar los de títulos de propiedad sobre esos derechos. El Procede creo nuevos
conflictos y reavivó una serie de disputas añejas que adquirían nueva