Page 29 - Visiones de Alejandria | 3ra edicion | Editorial HL 2019
P. 29
Editorial HL | Literatura Moderna
Ese día no me atraparon, porque yo ya sabía que Tiberio me mandaría a buscar
cualquiera de esos días, por lo que ya tenía una espada y un caballo listos justo detrás
de una pared falsa afuera de mi torre.
Escapando exitosamente, ya tenía un camino decidido.
El de la vagancia, así es, días atrás antes de soltar la rienda de mi campamento, ya
había decidido irme a Egipto, caminando por el desierto pondría a prueba mi persona,
hasta llegar a las pirámides, donde esperaba toparme con algún anciano o templo que
pudiera ayudarme a saber qué hacer con las dudas que tenía sobre el instinto, el
origen y el tónico que necesitaba para al menos si no obtenía la respuesta, al menos
me ayudara a olvidar las dudas y poder disfrutar de mi vida en tiempo real.
Tiempo atrás, una amiga de la corte de un emperador, que a la vez era amigo de Cesar,
me dijo en una fiesta que ella había conocido a un tipo que decía una historia, sobre
una voz en el desierto, una que venía de Egipto (o alguna de esas tierras) y enseñaba a
los hombres a vivir.
Y por eso fui directamente ahí.
Porque mientras juraba no volver a Roma, ese fue el primer lugar en que pensé.
Era el año 32 o 33 aproximadamente y yo tenía veintiún años.
29