Page 25 - Visiones de Alejandria | 3ra edicion | Editorial HL 2019

Editorial HL | Literatura Moderna

Parte I Romano

Yo tenía dieciséis cuando me uní a la legión, estaba absolutamente maravillado, la

organización era extraordinaria y además fui bien recibido por mis camaradas y

maestros, que al enterarse que yo era romano de línea directa, no tardaron en

mandarme a la capital.

Ahí, algunos maestros me dijeron al conocerme, que mi familia tenía tiempo alejada de

los asuntos de la guerra, pero que sin duda mis parientes eran reconocidos por las

participaciones de mis antepasados en el ejército manipular.

De tal forma que en un año y medio me instruyeron con gran rapidez y certeza, con la

mira en que me convirtiera en un tessearius, osase el encargado de una Tesera entera,

llevando a cabo la importante función (en el ámbito militar) de llevar órdenes o

contraseñas, tenía funciones muy importantes en la estrategia de manipular, por

ejemplo en confundir al enemigo. En principio, use monedas quebradas y cada uno de

los miembros del pacto o legión se quedaba con un parte. Recuerdo que, incluso la

plebe romana también podía usar tesserae, por ejemplo, para tener acceso en el

reparto de trigo y acceso a teatros y juegos circenses. Era una época espectacular, y

literalmente yo un joven con un carácter muy distinto al de ahora, porque en aquellos

tiempos yo ya era un hombre, diferente a los de ahora (incluyéndome) que se hacen

mucho más viejos. Pero no se confundan, porque en mi caso actual, soy más sabio que

antes.

Así, aprendí. Escuchando y poniendo en práctica lo aprendido durante mis primeras

peleas, sintiéndome cómodo con la espada, me destaque por saber motivar a mis

hombres antes de cualquier situación, incluso para celebrar o ejecutar a alguien.

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