Page 13 - MANOS COMO DEDOS DE AGUA
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- ¿ Puedes ver al hombre invisible en el paisaje ?
De forma instintiva, miré hacia una de las guardias
del museo, quien se hallaba muy tranquila
recostada en el quicio de la puerta, sin sospechar
mi paranoia.
La voz continuó hablando del cuadro; yo sentía que
el aire se me acababa, por la velocidad de crucero
que llevaba la corriente sanguínea dentro de mis
arterias. Me dijo que mirara las manos del hombre,
que se convertían en cascadas al tocar el suelo.