Page 9 - MANOS COMO DEDOS DE AGUA
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Si, no pongas esa cara, que sabes muy bien de lo
que te estoy hablando.
Unas semanas después de la pelea, -- recuerdo
que tuve muchos pacientes-- eran las dos de la
tarde y aún no me había marchado. Escuché mi
nombre en el megáfono, mientras cerraba la sala
de masajes.
- ¿ Qué tal estás ? ¿ Has terminado ?