Page 5 - MANOS COMO DEDOS DE AGUA
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Cuando se veía ya derrotado sobre la lona, se reía

               sorprendido. Él sabía que había vuelto a adivinar


               sus​ ​pensamientos.




               En lugar de tener que leer la mente, que sencillo


               puede ser todo cuanto se puede ver, este puente

               precario donde puedo, de forma casual, perder el


               equilibrio si intento asomarme al río unos diez

               metros más abajo. El agua que fluye y refleja la


               perfección de la luz de un día cálido del mes de

               Mayo. No resulta difícil imaginarse la reproducción


               espontánea de la vida, si te tumbas boca arriba y tu

               mirada se tropieza con la anarquía de miles de
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