Page 295 - Biografia
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Jorge Humberto Barahona González



               Lo que yo no sabía (después con los años me entere) era que mi padre estaba aso-
            mado por la ventana del segundo piso de mi casa y fue testigo de primera mano del
            suceso. Ustedes dirán, y eso que…?, pues como yo entre llorando, mi padre consiguió
            triplex, hierro colado, llantas de caucho, pedales, timón de madera, un asiento que fue
            tapizado por mi madre, pito de corneta, stops, cocuyos delanteros, antena para radio,
            pintura de color azul, calcomanías y entre sábados y domingos, en el taller que había
            en la casa y con un amigo del barrio Belén (el señor Carrillo), me construyó un carro
            clásico deportivo precioso, donde yo podía manejarlo y pasear a Óscar Isidro y después
            a Yaneth. Pero lo importante es mi cara de felicidad, que nunca se me olvidara.


               Es el carro más espectacular que yo jamás haya visto, jamás vi uno igual, inclusive, lo
            uso mi sobrino favorito (el único que tengo) Javier, el hijo de Yaneth y Jorge Alejandro,
            mi hijo.











































               No recuerdo cuanto le tomo a mi padre el diseño y la construcción de este súper au-
            tomóvil, lo que si recuerdo, fue que Óscar Isidro y Beto, o sea yo, por un buen rato, tuvi-
            mos muchos amigos para que los dejáramos subir a nuestros carros, él en su jeep y yo
            en mi clásico, y ustedes, fieles y estimados lectores, que creen que les contestábamos
            cuando nos decían que los dejáramos montar en nuestros carros…? Claro, siempre
            decíamos, Nooooo….!







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