Page 283 - LIBRO ERNESTO
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Capítulo 12
incondicional, eso no lo puedo negar. No puedo desconocer que la
popularidad y el prestigio que alcancé a través del fútbol pesó en las
urnas y el pueblo de mi provincia me confirió el honor de representarlo.
Jaime Nebot estaba comprometido hasta la médula para buscar nuevos
rumbos para el Ecuador, pero la gente no entendió el mensaje y perdió
dos veces en su intento de llegar a la Presidencia. “Si no quieren que
trabaje por Ecuador, lo voy a realizar por Guayaquil”, proclamó en
medio del desánimo que le produjo la segunda derrota y la verdad, como
Alcalde de la Perla del Pacífico ha realizado una obra monumental.
Con una votación aplastante, Ernesto Guerra alcanzó la función de Consejero de Pichincha.
Integró la lista que comandaba Jaime Nebot, el amigo que lo invitó a la arena política.
La imagen de la ciudad ha cambiado, yo la conocí cuando estaba
abandonada. Decíamos en tono de burla, que “lo mejor del viaje a
Guayaquil era el regreso a Quito”. Los mosquitos, las ratas, los montes
de basura, perjudicaban su imagen. Jaime Nebot ha demostrado que
es un gran administrador. Un hombre de palabra. Creo mucho en él,
porque ha madurado. Tiene todas las condiciones para ser Presidente
de la República.
En sus manos, Guayaquil se ha convertido en una joya. En un vehículo
de permanente progreso. No es fácil manejar los problemas de la
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