Page 288 - LIBRO ERNESTO
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Ernesto Guerra Galarza
Miraba chueco, pero era un hombre derecho, de profundos principios
y lealtad a toda prueba.
En Nacional, conocí a Manuel ‘Careloco’ Córtéz. Era una copia al
carbón de ‘El Pirulo’. Detallista, organizado al milímetro, abasteció la
utilería en los entrenamientos y partidos sin dejar ningún espacio para
el error. Es un pulpo. Controla los balones, las vallas, los bonetes y es la
rueda de auxilio espiritual y el confidente de los jugadores. Un personaje.
No me quiero olvidar de Chávez, el utilero del Aucas, en los tiempos de
absoluta pobreza. También era aguatero y masajista. Llevaba solamente
un juego de camisetas a los partidos, el único que había, porque a los
entrenamientos, cada jugador transportaba su indumentaria.
Cuando yo me descuidaba de vigilarlo, porque estaba centrado en el
trabajo del equipo, se daba tiempo para ‘pasar el sombrero’ y comprar
los refrescos para los jugadores después del entrenamiento. Me opuse
y le quité esa costumbre, que perjudicaba sensiblemente la maltratada
El masaje de Chávez, el recordado colaborador del Aucas que se convirtió en uno de los
personajes del club oriental. Era puro amor y voluntad.
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