Page 88 - CAMINOS SIN GLORIA
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Autor: Juan Carlos Cuervo Otálora

            hacia mi pero que en ocasiones ese concepto no era mas que
            para  salir  del  paso  y  agradarme.  Cometí  el  peor  de  mis
            errores y desde entonces el abandono no solo es total sino
            radical; así de esta manera toda mi desgracia se consumo.

                   Mi  estancia  de  nuevo  en  Tegucigalpa  era  mas  de
            sobrellevar  mi  dolor    que  la  de  buscar  una  solución,
            encontré un trabajo pero como todo, la gente se aprovecha
            de  la  condición    que  algunos  tenemos  y  quieren  sacar
            ventaja;  mas  si  uno  tiene  ciertas  habilidades,  muchas
            personas  confunden  esas  habilidades  con  las  de  hacer  o
            conceder situaciones  delictivas refugiados en su posición, en
            favores con excusas pasadas.

                   Lo que hice en mis errores no tienen justificación ni
            valor;  pero  simplemente  diría  a  mi  poca  razón  que  fue  lo
            único  que  encontré  a  mano  cuando  no  pude  aceptar  mi
            perdida, lo único que aprende de quienes no me enseñaron
            mas.

                   Hubiera querido superar todo eso de la única mano
            que podía tener el valor de hacerlo, no todo se soluciona en
            un  abrir  y  cerrar  de  ojos  y  a  veces  todo    esfuerzo  parece
            eterno,  pero  basta  con    la  fe  dicen  los  creyentes  para
            aguantar el diluvio; porque después de la tormenta llega la
            calma.


            5.9.2  La humillación

                   Algo  que  también  estoy  seguro  Ingrid  no  puede
            aludir,  es  que    ni  fui  un mujeriego,  ni  fui  un  borracho,  ni



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