Page 89 - CAMINOS SIN GLORIA
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Autor: Juan Carlos Cuervo Otálora
llegaba tarde y mucho, mucho menos durante mi estancia en
ese país albergue la opción o posibilidad de tener una carrera
delictiva de cualquier tipo, ni aprovechándome de nada; de
tal manera que lo que tuve he hice fue con mi propio
esfuerzo, sabiendo aun que en ese país la corrupción es
indiscutible pero que se puede vivir alejado de ella y que la
delincuencia que estaba creciente podía envolverlo a uno
máxime las habilidades en sistemas que yo tenia; bien sabe
Ingrid que yo no cometería nada que me pusiera en la
palestra publica, de tal manera que rechace ese puesto
precisamente para evitar lo que ya se estaba intentando
hacer.
Vendí mi televisor a un familiar de Ingrid
supuestamente ese dinero iría para poder pagar mi cambio
de residencia pero los múltiples gastos no me lo permitieron,
como ya todas las circunstancias y abandono estaban
consumadas en mi desolación mi madre en esa época me
llamaba constantemente y ya habíamos tenido un roce
porque el único favor que le pedí se convirtió en un
problema mayúsculo y ella lo tapo echándole la culpa a otros
como siempre paso, para manipular las cosas.
Aun mas que esa humillación de abandono era que
se me tratase como un delincuente, esta vez por hacer caso a
las reglas de mi madre y a la corrupción de unos cuantos
por sacar ventaja de alguien que no tenia como defenderse ,
por unos miserables lempiras que no los harían mejor que
otros delincuentes; de esa manera me trataron como una
piltrafa humana, robaron mis documentos mi pasaporte solo
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