Page 94 - CAMINOS SIN GLORIA
P. 94
Autor: Juan Carlos Cuervo Otálora
Le prometí ir la a visitar luego de que de alguna
manera como siempre pude saber donde encontrarla, ahora
ella vivía en Ceiba una población de honduras muy hermosa
caliente y el cual visite antes con Ingrid en los días de
plenitud y amor.
Mi madre me había convencido de regresar a
Colombia y que me pagaría el viaje, como en primera
instancia el viaje no resulto pues la multa que me pedían en
migración del aeropuerto ese sábado era exagerado y ellos
no tenían como verificar en las oficinas principales de
migración es costo real me permitieron ir y averiguar, ya no
tenia donde quedarme pero pedí me permitieran quedarme
esos días mientras consultaba; afortunadamente la señora
dueña de la casa era una excelente persona de buen corazón.
En mi desamor y angustia ya en la madrugada decidí
ir a viajar a ceiba sin avisarle a mi estimada amiga, mi
intención era el de conocerla después de tanta charla amena
y como ultimo días en ese país; pero no todo se da como
queremos también pensé en averiguar allí mi estatus
migratorio; como decimos acá en Colombia una ida y dos
mandados de igual manera tenia que esperar hasta el lunes
para saber lo que debía hacer y que realmente era lo que debí
hacer desde un comienzo y no hacer caso a las insinuaciones
de mi madre para solucionarlo a su manera.
En un viaje que duro casi todo el día llegue a Ceiba
ya casi en la tarde noche, me hospede en un hotel cercano al
centro y allí la llame pero solo platicamos vía telefónica, no
94