Page 98 - CAMINOS SIN GLORIA
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Autor: Juan Carlos Cuervo Otálora

            definitivamente,  en  parte  porque  ellos  también  me
            engañaron; daría todo por regresar verla, tomar sus manos y
            saber que sigo estando en su corazón que me ama, pero es
            un imposible.

                   He tenido días u noches de desesperación y angustia,
            hoy mas que nunca he sido reacio a la creencia de Dios por
            no  encontrar  solución  a  todo  esto,  por  castigarme  de  tal
            manera, por no darme fe en que  va cambiar esto; también
            en momentos me arrepiento y le pido perdón por esa cólera
            y  le  pido  ayude  a  todos    mas  que  a  mi;  mis  padres  mis
            hermanos  Ingrid su familia, al final de todo exista un Dios o
            no  quien    comande  este  universo  es  el  único  que  puede
            cambiar  mi  vida  ya  sea  Dios,  Ala,  Mahoma  de  tantos
            nombres y creencias del mundo.

                   No  soy  una  persona  fuerte  en  mis  sentimientos,
            aunque parezca fuerte en mis acciones, mas bien soy débil
            en todo, pero esa debilidad también  no me deja terminar
            con mi suplicio y le dejo eso  al todo poderoso; se dice en
            muchas  culturas  y  creencias  que  Dios  tiene  un  propósito
            para cada uno un propósito individual de lo que haremos en
            la  tierra    y  de  nuestra  función;  y  en  43  años  de  vida
            tambaleante  me  he  preguntado  en  mis  momentos  de
            desespero  ¿cual  es  ese  propósito  de  mi  existencia y  de  mi
            sufrimiento? , si quiere cosas buenas para mi ¿Por qué no
            me  muestra  un  camino  de  convencimiento?,  ¿Por  qué  se
            debe sufrir para alcanzar la paz y armonía?.
                   Muchos  años  antes  en  mi  época  de  estudiante  fui
            acolito de una iglesia era mi iniciación en esas lides, mas por
            imposición  que  por  una  convicción,  pero    la  continua



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