Page 64 - Libro_Sars_Cov_2_Digital
P. 64

trabajo apenas disminuía, era obligatorio mantener la atención ante cual-
            quier arribo sospechoso o desconocido.

               Solicité a mis superiores la respectiva dotación de insumos de pro-
            tección y bioseguridad para el distrito, quienes a su vez lo elevaron a
            la Coordinación Zonal, entendiendo que lo mismo sucedía en todo el
            territorio ecuatoriano. Como coincidencia, de esas que solo pasan una
            vez en la vida, mientras buscaba un documento de otro asunto, encontré
            una vieja acta de una reunión con una empresa minera del sector, en la
            que se había establecido los primeros pasos de trabajo conjunto en temas
            de responsabilidad social. Fue el momento perfecto para contactarlos,
            acordamos varias cosas, y así conseguimos por medio de ellos trajes de
            bioseguridad y otros insumos necesarios, mientras se seguía el órgano re-
            gular que rige el sector público para tener lo que se había solicitado. Esto
            permitió ganarle “tiempo al tiempo” en esta batalla contra la pandemia.
               Otros inconvenientes no se hicieron  esperar. A diario llegaban ru-
            mores sobre pacientes sintomáticos que habían ingresado a la población
            a través de “puntos ilegales” fuera del control que habíamos establecido;
            rumores que, como en toda ciudad pequeña, se regaban más rápido que
            cualquier otra información. En pro de la salud púbica que por aquel en-
            tonces protegía, decidí buscar a cada uno de aquellos ciudadanos, para
            contrastar  y  verificar  la  información,  con  el  fin  de  tomar  las  medidas
            correspondientes. En algunos casos, no habían ingresado, mientras que
            los que sí fueron verificados, no presentaban sintomatología, pero fueron
            puestos en aislamiento domiciliario de manera preventiva, al menos hasta
            que estuviera listo el centro que el municipio preparaba para los fines
            pertinentes.
               La paralización del transporte presentó dificultades, en relación con
            el traslado de pacientes con enfermedades catastróficas, o con patologías
            específicas, que debían ser derivados a entidades especializadas, desde
            el centro de salud. Tal es el caso de uno de ellos, de escasos recursos
            y con insuficiencia renal crónica, quien debía cumplir con diálisis tres
            veces por semana. Decidí que el transporte de la unidad sea utilizado
            para dicha movilización, lo cual sirvió en las primeras ocasiones, pero al
            ser un recurso público debía justificarse como emergencia explícita, por
            lo que luego, apelando a la comunidad, se lo trasladaba en transportes de
            otras entidades o privados. Es que parecería, en el imaginario general,
            que el Covid-19 eliminó a todo el resto de enfermedades, cosa que sin
            duda alguna no es así.

               Beneficiosamente, a nivel nacional se decretó que los municipios te-
            nían la facultad de organizar su territorio, de manera autónoma y des-
            centralizada, lo que permitió enfocar esfuerzos y distribuir recursos con-
            forme a las específicas condiciones y realidad de cada población y sus
            necesidades. Por lo tanto, se reforzó tanto el control en el límite cantonal,
              64                                      Regreso al Indice
   59   60   61   62   63   64   65   66   67   68   69