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XAVIER Y FERNANDO

Por: David Haro Esparza
Estudiante de medicina

En esta ocasión voy a compartirles la historia de Xavier y Fernando,
dos hombres que no tienen nada en común, salvo por el hecho de ser
padres de familia. Xavier es un policía jubilado, quien gusta de la música
clásica y jugar fútbol. Fernando es médico y amante de la literatura de
terror y espera algún día publicar su novela dentro de dicha temática.
Xavier tiene cincuenta y seis años, está casado con María desde los
veintiocho, padres de dos varones y una niña. El mayor tiene veinticinco
años y por razones de estudio no vive con ellos, el segundo diecinueve
y la tercera doce. Desde que empezó el confinamiento debido a la pan-
demia, en este atípico 2020, han tratado de acoplarse a esta nueva coti-
dianidad. Si salen de casa es para comprar alimentos o útiles de aseo, y
en ocasiones se despejan en el parque cerca de su domicilio, así como lo
hacen otras familias del sector.

En varias ocasiones que Xavier y María fueron de compras obser-
varon que muchas de las personas dedicadas al comercio informal no
respetaban el distanciamiento social y de igual manera, en otros lugares,
la aglomeración de gente era sorprendente. Cualquiera al ver y escuchar
los medios de comunicación optaría por quedarse en casa y salir lo menos
posible, o al menos eso pensaba Xavier, cuando se encontraba con esce-
narios como los descritos.
¡Qué tristeza!, se decía a sí mismo, al ver tanta gente en las calles sin
los debidos cuidados. Le sorprendía que muchas personas hagan caso
omiso a las resoluciones de las autoridades para disminuir la propaga-
ción del virus, sabiendo que, existen condiciones que impiden que haya
quienes puedan quedarse en su casa. De hecho, este ha sido el debate
durante toda la pandemia, pero ese es tema de otras publicaciones.
Xavier siempre protegió a su familia, pero hace aproximadamente un
mes – julio 2020 – presentó tos seca. Descartó la posibilidad de tener
COVID-19, puesto que desde el inicio de la emergencia sanitaria había
cumplido con todas las indicaciones sanitarias y de bioseguridad y
siempre usando mascarilla. Al día siguiente la tos aumentó y en la noche
tuvo fiebre. Con paños de agua fría su esposa trató de bajar la temperatura
y al no tener resultados, Xavier se dio un baño, con lo que sintió mejoría.
Durante los siguientes tres días, la tos persistió y empezó a tomar
paracetamol de 500mg, por si acaso, y básicamente para controlar la
temperatura. Sin embargo nuevos síntomas aparecieron como debilidad,
cansancio, escalofríos, adormecimiento del brazo izquierdo y produc-

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