Page 79 - La Cocina del Diablo
P. 79

-      Otra  cosa:  en  un  congreso  de  la  Unión  médica  americana,  en  San  Francisco,  en  1954,  el  profesor
         Cuyler Hammond, de la Universidad de Yale, declaró que el abuso creciente de los cigarrillos es una seria
         amenaza  para  la  vida  del  pueblo  americano.  Numerosos  sabios  aprobaron  su  comunicación.  Francia  fue
         informada y el público se emocionó. Luego de los cual, por primera vez desde hace 30 años, la venta de
         cigarrillos bajó bruscamente. Las acciones se vieron caer bruscamente. ¡Justifíquese, se lo ruego!
         -      El polvo que había levantado este penoso accidente volvió a caer rápidamente. Luego de un retroceso
         pasajero, el tabaco volvió a tomar su triunfal marcha hacia adelante, una intervención de este tipo puede tener
         efectos  duraderos,  ¡pues  ello  trastornaba  todo  un  sector  de  la  economía!  los  gobiernos  no  pueden
         permitírselo.
                "Poco después, la industria americana de los cigarrillos supo parar el golpe: sus expertos aseguraron
         que el fumar cigarrillos es inofensivo".
                Pero Murduscatu no había terminado su requisitoria:
         -      En 1963, un nuevo reporte fue presentado en América por expertos bajo juramento y designados -de
         acuerdo  con  la  industria  americana  del  tabaco-  por  un  grupo  de  sabios.  Las  condiciones  del  reporte  son
         formales: el tabaco es cancerígeno. Le prohibió toda publicidad para el tabaco, en las publicaciones y diarios
         del país.
         -      ¿Qué tienen que decir en su defensa?
         -      ¡Eso  sí!  Fue  un  serio  golpe  de cañón.  Pero pocos  gobiernos  en  el  mundo  siguieron  el  ejemplo  de
         Inglaterra. No todos tienen un sentido moral cívico tan desarrollado. En Francia, por ejemplo, varias marcas
         nuevas de cigarrillos fueron lanzadas al mercado luego de la publicación de este último reporte, y a pesar de
         él.
         -      ¡En fin, he aquí alguien que se reconoce! triunfó Murduscatu. Pero esto no es todo: En Moscú, un
         médico soviético anunció en la radio, que se desataría una campaña oficial contra el uso del tabaco. Esto es,
         para la sociedad socialista, promover una nueva raza de hombres, más bellos y más fuertes. Este doctor dijo
         que la manía de fumar de uno es uno de los vestigios más absurdos y más degradantes de un pasado llevado a
         término.
                Tox alzó desdeñosamente los hombros:
         -      ¿Qué  busca  Murduscatu,  trayéndonos  estos  cuentos  de  lactantes?  ¡Hay  mucho  trecho  entre  la
         conversación radiofónica de un médico ruso y un decreto gubernamental! ... Se habla de "campaña", ¡Pero
         constaten pues que aún la dictadura no se atreve a promulgar una ley que prohíba fumar! Vean Uds. aquello
         prueba que en Rusia también, el mal está profundamente enraizado para ser extirpado, ¡Y ahí se constatan los
         efectos perniciosos de la confusión entre los gobiernos y los intereses económicos!
         -      ¿Y en Alemania?
         -      El ministro de finanzas del ex-Reich resistía enérgicamente a todos los ataques contra el alcohol y el
         tabaco. El de la República Federal actual hace lo mismo.
                "Es  así  que  el  movimiento  "Waerland",  una  liga  alemana  dirigida  contra  estos  dos  flagelos,  entre
         otros, ha solicitado en vano el favor de ser ‘reconocida de utilidad pública’".
                "¡Uno  no  puede  resignarse  a  la  muerte  de  las  grandes  y  preciosas  industrias!  Cuiden  que  la
         Cervecería, la destilería, los trabajadores de la viña, los destiladores de su propia fruta, los cultivadores de
         lúpulo estén en juego y muchos otros más también ...".
                "Los mismos argumentos son aplicables a la cultura y a la manufactura de los tabacos, así como todos
         los grandes consorcios".
                El Diablo rió:
         -      Bien Tox.
         -      Además, los gobiernos no quieren renunciar a los miles de millones que les significan los impuestos
         sobre estos productos. Nosotros oponemos pues a nuestros adversarios una muralla infranqueable.
                "Nuestro amigo Buttler, canciller británico del Tesoro, se pronunció, en 1954: ¡Por el amor de Dios,
         no abandonen el tabaco! ¡Los impuestos sobre él me dan 600 millones de libras al año! ¡Desafortunadamente,
         no se siguió su consejo en 1963!".



         La Cocina del Diablo – Gunther Schwab                                                                78
   74   75   76   77   78   79   80   81