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Drácula de Bram Stoker
esto de una manera acumulativa. Le dio muchas moscas a cada
araña, y muchas arañas a cada pájaro, y luego quería un gato
para que se comiera muchos pájaros. ¿Cuál hubiera sido su
siguiente paso? Casi hubiera valido la pena completar el experi
mento. Podría hacerse si hubiera una causa suficiente. Los
hombres se escandalizaron de la vivisección, y, sin embargo,
¡véanse los resultados actuales! ¿Por qué no he de impulsar la
ciencia en su aspecto más difícil y vital, el conocimiento del ce
rebro humano? Si por lo menos tuviese yo el secreto de una
mente tal, si tuviese la llave para la fantasía de siquiera un luná
tico, podría impulsar mi propia rama de la ciencia a un lugar tal
que, comparada con ella, la fisiología de Burdon Sanderson o el
conocimiento del cerebro de Ferrier, serían poco menos que
nada. ¡Si hubiese una causa suficiente! No debo pensar mucho
en esto, so pena de caer en la tentación; una buena causa pue
de trasmutar la escala conmigo, ¿pues no es cierto que yo tam
bién puedo ser un cerebro excepcional, congénitamente?
Qué bien razonó el hombre; los lunáticos siempre razo
nan bien dentro de su propio ámbito. Me pregunto en cuántas
vidas valorará a un hombre, o siquiera a uno. Ha cerrado la
cuenta con toda exactitud, y hoy comenzará un nuevo expedien
te. ¿Cuántos de nosotros comenzamos un nuevo expediente con
cada día de nuestra vida? Me parece que sólo fue ayer cuando
toda mi vida terminó con mi nueva esperanza, y que verdadera
mente comenzó un nuevo expediente. Así será hasta que el
Gran Recordador me sume y cierre mi libreta de cuentas con un
balance de ganancias o pérdidas. ¡Oh, Lucy, Lucy!, no puedo
estar enojado contigo, ni tampoco puedo estar enojado con mi
amigo cuya felicidad es la tuya; pero sólo debo esperar en el
infortunio y el trabajo. ¡Trabajo, trabajo!.
Si yo pudiese tener una causa tan fuerte como la que
tiene mi pobre amigo loco, una buena causa, desinteresada, que
me hiciera trabajar, eso sería indudablemente la felicidad.
Del diario de Mina Murray
26 de julio. Estoy ansiosa y me calma expresarme por
escrito; es como susurrarse a si mismo y escuchar al mismo
tiempo. Y hay algo también acerca de los símbolos taquigráficos
que lo hace diferente a la simple escritura. Estoy triste por Lucy y
por Jonathan. No había tenido noticias de Jonathan durante
algún tiempo, y estaba muy preocupada; pero ayer el querido
señor Hawkins, que siempre es tan amable, me envió una carta
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