Page 156 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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CUENTO DE LOS DOS HERMANOS                              163


     cho a su hermano mayor. Anup, su hermano mayor, se sentó pues sobre
     su lomo hasta el alba, y él (el toro) llegó al lugar donde Se estaba. Su Ma­
     jestad V.P.S.  fue informado de su presencia67. Ella  fue a verlo:  Se  se re­
     gocijó extremadamente por su causa, e hizo en su honor un gran sacrifi­
     cio,  diciendo:  «¡Es  una  gran  maravilla  que  se  ha  producido!».  Y  hubo
     júbilo a causa de él en todo el país. Se /[15,5] pagó su peso en plata y oro
     a su hermano mayor68, y éste se estableció en su poblado: Se le concedió
     un nutrido personal y bienes en gran número, y Faraón V.P.S. lo amó mu­
     cho, mucho, más que a todos los hombres que están en este país entero.
       Y después de muchos días tras esto, él (el toro) entró en la cocina69; se si­
     tuó en el lugar donde estaba la favorita y se puso a conversar con ella, di­
     ciendo: «Mira, aún estoy vivo». Ella le dijo: «¿Quién eres, pues?». El le res­
     pondió: «Yo soy Bata, y (yo)70sé bien que, cuando /[15,10] hiciste destruir el

     pino para  el Faraón V.P.S.,  fue por mi causa, para impedirme vivir.  ¡Pues
     bien!, /[16,1]  aún estoy con vida, y soy un toro». Entonces la favorita tuvo
     muchísimo miedo de lo que le había dicho su marido. Después de esto (ella)71
     salió de la cocina y Su Majestad VP.S. se sentó y pasó con ella una jornada
     feÜ2 él le indujo a beber a Su Majestad VP.S. y Se fue muy, muy bueno con
        ;
    ella. Entonces ella dijo a Su Majestad V.P.S.: «Júrame por Dios, diciendo: lo
    qué vaya a decir (la favorita)72, lo escucharé para darle placeo). Y él escuchó
    todo lo que ella dijo: «Hazme comer hígado de este toro, /[16,5] pues no hará
     (nunca) nada». Así le habló ella. Se apesadumbró extremadamente por lo que
    ella dijo, y el corazón del Faraón VP.S. se llenó de compasión por él (el toro).
       Y después de que la tierra  se aclarara y que un segundo día hubiera
    llegado, Se proclamó una gran fiesta de ofrendas (como complemento) al
    sacrificio del toro. Se envió al primer carnicero real de Su Majestad V.P.S.,
    para degollar al toro. Después de eso fue degollado.

    Bata se tranforma en dos perseas
       Y cuando estaba (ya) sobre las espaldas de las gentes, él (el carnicero) le

    golpeó en el cuello73(de nuevo), de forma que dos gotas de sangre fueron
    lanzadas al lado de los dos batientes de la puerta de Su Majestad V.P.S.; una
    de ellas se situó de un lado de /[16,10] la gran puerta del Faraón VP.S. y la

       6  Lit: «se hizo que su Majestad V.P.S. tuviera conocimiento de él».
       68 Lit: «se le contrabalanceó con plata y con oro en beneficio de su harmano mayor». Cfr. nota 66.
       69 La palabra wcb(t) designa la parte de la casa en la que se sitúa la cocina, la panadería, etc..
    Se sabe que los animales sagrados disfrutaban de grandes privilegios y que podían entrar en to­
    das las partes del palacio real, incluidas aquellas en las que estaban las mujeres.
       70 «Yo», según la corrección propuesta por Gardiner; lo mismo en 1.  17,7 v nota 76.
       '' El texto dice «y él salió»: wn. in. f  (sufijo masculino). Parece que debemos, con Erman, sus­
    tituir él por un pronombre femenino.
       '2 O bien «lo que (tú) vayas a decir, yo lo escucharé para dar(te) gusto». (Pero esto supondría
    una doble corrección: cfr. por otra parte 1.  17,10).
        1Para ktkt «golpear», eft.  Worth. 5, 146, ref. 13.
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