Page 5 - Manual de Convivencia Escolar 2018 – 2019
P. 5
Manual de Convivencia Escolar 2018 – 2019
1.-Presentación
El presente documento es un marco o instrumento de carácter pedagógico cuya finalidad es
facilitar el rol educativo de nuestro Colegio, explica el tipo de convivencia que queremos
desarrollar y fija los procedimientos como abordar los conflictos que pudiesen surgir en el día a
día institucional.
La convivencia escolar es una condición necesaria y básica para el desarrollo del proceso
educativo, ya que incluye los valores, actitudes, modos de vivir. Es la interrelación entre los
diferentes miembros de un establecimiento educacional que tiene incidencia en el desarrollo
ético, socio-afectivo e intelectual de los estudiantes. Esta concepción no se limita a la relación
entre las personas, sino que incluye las formas de interacción de los diferentes estamentos que
conforman una comunidad educativa, por lo que constituye una construcción colectiva y es
responsabilidad de todos los miembros y actores educativos sin excepción.
Este documento es el guía, conduce y jerarquiza las conductas, actitudes, hábitos, costumbres y
modales y la vivencia de los valores prioritarios del colegio: responsabilidad, disciplina,
respeto, paz, identidad, trabajo escolar y otros, que de acuerdo a la etapa de desarrollo de
nuestros estudiantes es importante que comiencen a vivirlos y desarrollarlos e incorporarlos en su
diario actuar: solidaridad, autenticidad, dominio de sí, capacidad de pensar por sí mismo, lealtad,
diversidad, orden, sociabilidad, cooperación, etc. También norma y establece los criterios ante
posibles conflictos dentro del establecimiento como asimismo la actividad de los distintos
estamentos de nuestro colegio.
Parte del convencimiento que educar es un acto de amor y acogida. Acto de amor principalmente
a ese otro que es nuestro estudiante; al que percibimos como ser único e irrepetible, distinto a los
otros, con particulares contextos que explican sus conductas y actitudes.
Tenemos la firme convicción de que todos nuestros estudiantes pueden desarrollarse en plenitud
con nuestra colaboración. Deseamos que nuestros estudiantes encuentren sentido por su
existencia actual y venidera y puedan construir su autonomía y ser felices.
Por todo esto, para la recreación y refuerzo de conductas y actitudes positivas es indispensable
que el colegio, como sistema y en especial a través de todo el equipo de docentes, ofrezcamos a
nuestros estudiantes modelos adecuados de conducta. Estos modelos, que son testimonios de
vida, tienen su base fundamental en la familia.
El fundamento de nuestra convivencia está sustentando en el principio del creer en el otro y el
respeto recíproco, nos reconocemos y aceptamos iguales, con roles y desempeños diferentes, que
determinan responsabilidades y obligaciones propias de las edades y cargos que nos corresponden
desempeñar. Entonces, el principio rector de nuestra convivencia escolar es aprender a vivir
juntos, y junto a otros aprender a vivir. Consideramos la convivencia cotidiana como un espacio
singular para el aprendizaje y la valoración de la diversidad y la pluralidad en las relaciones
humanas, ya que la vida escolar congrega al mismo tiempo y espacio a personas de distintas
edades, sexo, religión, función e intereses en torno a un fin común.
Describimos a un tipo de convivencia democrática, que fomenta la libertad de opinar y actuar en
los grupos en los que participamos y pertenecemos y nos relacionamos solidariamente con todas
las personas, destacando la igualdad entre unos y otros, intentando realizar mediación cuando la
institución así lo amerite.
Destacamos que los buenos modales, las actitudes, las conductas positivas, los hábitos y valores
son parte esencial de la convivencia.
“Crecer es avanzar y no detenerse jamás” Página 5