Page 190 - Libro U 90 años
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Esteban Valencia
y Enzo Francescoli,
Esteban Valencia {1972} al árbitro ecuatoriano
de River Plate, junto
Alfredo Rodas, en la
El mejor heredero de la camiseta “7” semifinal de vuelta de
la Libertadores 1996.
© Universidad de Chile
abía debutado en 1991 en el primer equipo, disputando cinco partidos. Al año siguiente,
Hya con Arturo Salah en la banca, se haría presente en 13. Pero no fue hasta 1994, y luego
de un paso por Provincial Osorno ‒donde fue prestado para que su zurda terminara de ma-
durar‒, que Esteban Andrés Valencia Bascuñán se convertiría en titular inamovible y pieza
clave de un equipo que se bañaría de gloria. desde la banda derecha, con perfil cambiado,
el “Huevo” gambeteaba hacia el medio, para habilitar a los delanteros y ayudar a la “U” a
romper un maleficio de 25 años.
“Los recuerdos de ese bicampeonato son muy potentes y emocionantes. Porque se trató de
un equipo formado desde 1992, con un proyecto encabezado por Arturo Salah
que buscaba reposicionar al club con un plan claro. Se trataba de construir
y para ello se requirió paciencia”, afirma Valencia.
“Llegamos al final del torneo (de 1994)
arremetiendo, remontando una desventaja
importante y, considerando que después
títulos de ganarle a Católica y quedar arriba
en la tabla, quedaban tres fechas, que
3nacionales aumentaron la expectativa en torno a
un grupo que tenía muchos jugadores
formados en casa y que venían con hambre
335 partidos de gloria, buscando romper una larga racha
44 goles negativa, que no es normal para un club del
tamaño y relevancia del nuestro”.
68 asistencias Para 1995, “las cosas no variaron mucho. Se mantenía el ím-
el mejor de los últimos 25 años petu del grupo, pero esta vez ya con la solidez y regularidad que
alcanzamos tras el título del año anterior. La confianza hizo que
cada uno diera su mayor potencial y que pudiéramos liquidar el
campeonato nuevamente ante uno de los más poderosos plante-
Para el “Huevo”, el título de 1994 resulta imborrable “por su trascendencia les que haya tenido el fútbol chileno, como era la UC de esas dos
y porque vivimos en constante presión. Llegamos al final del torneo arreme- temporadas”, complementa.
tiendo, remontando una desventaja importante y, considerando que después Luego de ganar otro título con el club, el de 1999, Valencia par-
de ganarle a Católica y quedar arriba en la tabla, quedaban tres fechas, que tió a Colón de Santa Fe, para luego retornar al país para vestir las
aumentaron la expectativa en torno a un grupo que tenía muchos jugadores camisetas de Puerto Montt, Palestino y la propia UC. “Tuve que
formados en casa y que venían con hambre de gloria, buscando romper buscar nuevos desafíos. Sin embargo, se dieron ciertas circunstan-
una larga racha negativa, que no es normal para un club del tamaño y cias que no permitieron que pudiese volver a la ‘U’ y cerrar mi
relevancia del nuestro”. etapa como jugador en el club. Si bien en ese período no tuve el
“Quienes llegaron como refuerzos entendieron y entraron en la protagonismo anterior en cancha, pude aportar al grupo desde mi
lógica del club, se sumaron a esa sed de logros importantes y de experiencia en un equipo joven que encabezaba Héctor Pinto y que
quedar en la historia. Eso, sumado a problemas con los sueldos jugó las finales de 2005 y 2006”, concluye el “Huevo”, uno de los © Don Balón
© Don Balón promediando la campaña, hicieron que el grupo se uniera y emblemas azules en los títulos conseguidos durante la década de
fueron factores que confabularon para hacer una segunda
1990, donde se adueñó de la camiseta número 7 que heredó de otro
histórico, Héctor Hoffens.
rueda espectacular”, agrega Valencia.