Page 18 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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res43. Aquiles se había convertido en un ídolo para todas las generacio
nes de la cultura greco-romana, y los episodios de su vida eran toma
dos como modelos de educación e interesaban al gran público.
Conviene señalar, sin embargo, que hay temas relacionados con la
educación de Aquiles por Quirón que no están documentados en el
arte griego, pero sí en el romano, como éste, ya citado, del aprendiza
je de montar a caballo y la caza; o bien el tema de Aquiles ofreciendo
a Quirón las capturas de caza44; o las escenas en que se ve a Aquiles
aprendiendo a lanzar el disco45, a tirar con arco46, o practicando el pu
gilato47 o la escritura48. También se le presenta, junto a Quirón49, salu
dando a los Argonautas50 que iban en busca del vellocino de oro.
En una ocasión, como en el mosaico argelino de Portus Magnus,
hay escenas mitológicas relacionadas con la saga de Aquiles, como son
la captura de Quirón por Heracles y Aquiles socorriendo a Quirón51.
Concluida la educación de Aquiles, éste marchó con su madre, Tetis.
E d u c a c ió n d e París
La niñez y la educación de París es totalmente opuesta a la que he
mos comentado, tan polifacética y activa, de Aquiles.
París era hijo del rey de Troya, Príamo, y de Hécuba. Antes de na
cer la criatura ya su madre soñó que daba a luz una antorcha que pren
dería fuego a la ciudad. Su padre, el rey, había profetizado también
que el niño iba a provocar la destrucción de Troya, motivo por el cual
Príamo ordenó matar al bebé. Hécuba, sin embargo, optó por aban
donarlo en el monte Ida. Más tarde corrió la voz de que había sido
amamantado por una osa, y no murió. El hecho provocó que los pas
tores a quienes se había dado el encargo de exponerlo en el monte de
cidieran ahora criarlo. Otra versión, también muy extendida, contaba
que la profecía en realidad no se refería a París, sino al sobrino de Pría-
43 K. M. D. Dunbabin, op. cit. 45,164, n. 153, lám. 19; M. Yacoub, «Le Mosai'que
d’Achille et de Chiron au Musée du Bardo», CM GRII, 1971, 41-52, láms. XV-XVI.
44 A. Kossatz-Deissmann, op. cit., 30.
45 Ibid., 50-51.
46 Ibid., 51.
47 Ibid., 51.
48 Ibid., 51.
49 Ibid., 51-52.
50 Ibid., 52.
51 K. M. D. Dunbabin, op. cit., 41-42,176-177, lám. 14.
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