Page 14 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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El rubio Aquiles, morando en la casa de Filira
               niño aún,  a fuer de juego,  emprendía notables  acciones.  Con sus
                 manos
               haciendo vibrar muchas veces la lanza, de poco hierro
               guarnecida, semejante a los vientos,
               en lucha dio muerte a leones salvajes
               y abatió jabalíes; y sus cuerpos al hijo de Crono,
               al Centauro, aún palpitantes llevaba,
               cuando tenía seis años, primero, y en todo tiempo, después;
               de él se asombraban Ártemis y la osada Atenea,
               cuando mataba los ciervos sin perros ni redes dolosas,
               pues a fuerza de pies les podía.

                                              (Traducción de A. Ortega)

          La saga sobrepasa la centuria en los vasos de figuras de negras. Así, se
       encuentra en un lecito de Basilea, del 490 a.C.15. Esta saga no es propia
       de una forma determinada de vaso, pues decora lecitos, ánforas, hydrias,
       oinochoes, cántaros, cuencos, y tapaderas. La saga pasó a la cerámica de
       figuras rojas desde comienzos del siglo v a.C., en una pieza contempo­
       ránea del citado lecito de Basel. Se le encuentra en un cuenco del Mu­
       seo  de  la Acrópolis  de Atenas,  fechado  entre los  años  490-480  a.C.,
       con una asamblea de los dioses, en la que participan Ártemis, Apolo,
       Dióniso, Poseidón, Zeus y Hermes16.
          En vasos de figuras rojas esta saga de la entrega de Aquiles a Qui-
       rón no sobrepasó el año 47017.  La saga fue muy tema recurrente en
       pintores de cerámica griega de figuras negras y rojas de Atenas, pero
       también se interesan algunos pintores de Beocia, de fecha más recien­
       te, hacia los años 450-430 a.C. o de Corinto en fecha muy antigua, ha­
       cia los años 600-575 a.C., si bien se puede afirmar que es peculiar del
       Ática18.
          La saga no tuvo aceptación en el arte griego de los siglos siguien­
       tes. Sí, en cambio, en el arte menor de época romana, como en putea-
       íes de mármol, en la toréutica y en terracotas19. Esta saga es descono­
       cida en escultura.  Quirón enseñó a Aquiles a tocar la lira. Esta esce­
       na está representada en un grupo de mármol que desde finales del si­



         15  Ibtd., 46, lám. 60, n. 36.
         16  Ibid., 46-47, lám. 60, n. 30.
         17  Ibtd., 47, n. 40.
         18  Ibid., 47.
         19  Ibid., 47-48, láms. 62,46-47,49d.

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