Page 102 - Debate anti-utopico
P. 102
102 Debate Anti - utópico
denominado narco-avión que partió sin restricciones del aeropuerto de
El Alto con varias toneladas de cocaína en 1997. La imagen del canciller
de Sánchez de Lozada, Antonio Araníbar, ya no se rasgaba las vestidu-
ras cuando se hablaba de la presencia estadounidense en la orientación
de la lucha contra el narcotráfico. El MBL se convirtió en un partido de
izquierda pequeño burguesa atrápalo todo (catch all party) común y silves-
tre, inyectado, como todos, con una fuerte cantidad de realismo político.
El MBL estaba seguro de caminar al lado de la razón, la ética inma-
culada o la oposición testimonial mientras no era gobierno, difundiendo
masivamente el eslogan “somos trigo limpio” pero de improviso se per-
cató de que debía dejarse llevar por la fuerza centrípeta que magnetizó
a otras fuerzas políticas: ganar elecciones, estar presto a poner en mar-
cha cualquier alianza que brinde expectables posiciones de poder, y no
criticar demasiado cuando se habla de gobernabilidad y modernización
económica bajo el mandato de imperativos internacionales.
Para el MBL, una campaña presidencial era, en rigor, publicidad, no
para vender programas ideológicos, sino candidatos y figuras, y eso es lo
que tenía que mostrar, aunque sin éxito. Los partidos de izquierda ancla-
dos en la representación de clase media citadina no pueden engrandecerse
y tomar el poder de manera victoriosa en los procesos democráticos. El
MBL puso en acción una serie de imágenes dramatúrgicas ante los medios
de comunicación, donde su discurso político presentó un contenido débil
o repetitivo, porque en el juego multicolor de la elecciones donde juegan
los partidos atrápalo todo, lo que cuenta es la manera de decir, la capa-
cidad de resultar ambiguo, en la medida en que se trata de hacer creer y
seducir, antes que explicar y proponer. La izquierda del MBL trató de
seducir con una imagen de trigo limpio, si mancha pero no logró plan-
tear un programa de gobierno alternativo, transformador y con claras
utopías políticas renovadas.
El binomio presidencial de 1997 Miguel Urioste-Marcial Fabricano,
optó por la vía fácil de una fuerza política de izquierda tradicional que