Page 29 - Debate anti-utopico
P. 29
La izquierda desfigurada en los tiempos democráticos 29
por el acceso al poder de manera democrática, mientras puedan destruirse
por completo las visiones utópico-políticas de la revolución para concertar
la conquista del poder, tratando de lograr una aquiescencia de las élites
empresariales, militares y el intento por caer bien al capital transnacio-
nal de las multinacionales, en una convivencia funcional a la economía
de mercado (Moreira, 2009).
La segunda tendencia es aquella izquierda que juega con las reglas
democráticas para ganar elecciones pero, al mismo tiempo, duda si debe
romper con el orden democrático o instrumentalizarlo para el benefi-
cio de contra-élites. Su discurso político es altamente desafiante como
la izquierda indigenista del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo
Morales en Bolivia, el caudillismo militar del desaparecido Hugo Chá-
vez en Venezuela, y el sandinismo en Nicaragua con Daniel Ortega a
la cabeza. Estas izquierdas están dispuestas a mantener una posición
anti-imperialista, sobre todo para cuestionar la hegemonía de los Estados
Unidos en Latinoamérica, considerando que la identidad ideológica debe-
ría seguir siendo anti-oligárquica, anti-neoliberal y anti-transnacionales.
Si bien estas izquierdas tienen una actividad legal como partidos polí-
ticos, tensionan los sistemas políticos democráticos para tratar de eliminar
toda oposición, forzar la reelección de sus candidatos de manera indefi-
nida, y aceptar pragmáticamente la preponderancia del capital monopólico
en materia de inversión extranjera directa. El problema principal radica
en que esta tendencia también perdió de vista las utopías políticas sobre la
viabilidad del comunismo, o el horizonte revolucionario como una cam-
paña militar para combatir al capitalismo como sistema-mundo.
Una vez en el poder, estas izquierdas afirman que mientras haya
pobres y ricos en el continente, la lucha de clases continúa y es una
correcta interpretación de la realidad. Por lo tanto, rescatan a Marx
y Lenin pero olvidando totalmente las tesis proféticas en cuanto a la
inexorable llegada del socialismo, como consecuencia de contradicciones
estructurales que llevarían al capitalismo a su hundimiento definitivo.