Page 78 - libro de los detalles plasticos en el arte romanico.Fernando Ezquerra Lapreta
P. 78
No únicamente eso, de nuevo conviene recordar que la paloma ha llegado decapitada
hasta nuestros días. En total son cinco las representaciones de la de la Trinidad
Vertical en clave de Encarnación en todo el territorio del arte románico hispano. Hasta
el momento, hemos colocado dos como prueba de este maltrato al símbolo del Espíritu
Santo: Santo Domingo de Silos y San Nicolás de Tudela. ¿Qué pasó en las otras tres
representaciones de la Trinidad Vertical? Lo mismo. Tanto en Santo Domingo de Soria,
como en Santo Domingo de La Calzada (La Rioja) como en Santiago de Compostela, la
paloma símbolo del Espíritu Santo recibió la visita de lo que llamamos la erosión
27
selectiva e inteligente. Por eso, o fue reubicada o fue maltratada, es decir, golpeada y
hasta decapitada.
Se trata de un caso curioso, ¿no? De nuevo, hay que recordar un poco. Para la
Iglesia de Roma, la Era del Espíritu Santo había empezado en Pentecostés, con el
famoso episodio de las lenguas de fuego y la venida del Espíritu Santo. Pero, en la
Edad Media y en el tiempo del Románico, no todos los cristianos vieron la distribución
del tiempo salvífico de la misma forma.
Joaquín de Fiore pensaba que la Tercera Era, la del Espíritu Santo, no se había
iniciado con Pentecostés. Para Fiore, la Iglesia se encontraba todavía en la Segunda
Era, la del Hijo, la de la Encarnación. Por eso, se realizó la representación de la
Trinidad con la figura del Hijo como un niño tal y como se ejecutó en esta singular
iconografía. La presencia del Niño-Dios indicaba que, para el que ideó la imagen, en el
momento de la ejecución formal de la escultura, los cristianos todavía se encontraban