Page 299 - Mediavilla-C-Caligrafia
P. 299
Repre~elllación esquemátita tlcl p10ceso global Las nociones de objetividad y subjetividad
de perrepCIUil VISUal
,;_Cómo trazar una línea divisoria entre objetividad y subjetividad? La filosofía
NIVt:L NIVEL
UL LA Pf ltClPCIÓN Ul:l CONtbl 1 11) escolástica de la Edad Media pecaba de un exceso de objetividad y de certidumbres.
Hoy día puede que ocurra lo contrario.
Existe entre nuestros contemporáneos un cierto esnobismo consistente en pensar
l mue. IHU "C."IhOital
A que todo es subjetivo. Ahora bien, la velocidad de la luz. la fuerza gravitatoria o las
~ particularidades de la percepdón difícilmente pueden ser negadas o cuestionadas.
'"''''"' ., ... , .... L\.lurtor.,, Alt.tlti,ni•UI'" Debemos cuidarnos de tachar de subjetivo todo rcnómeno que no logramos explicar
tlt h•\ltlf -41 , .. m-nlvth tiUIHAIKU~
¡ .. o que se nos escapa. ¿Acaso no nos enseñaron Sócrates y Platón que no todo es
¡ ,:.11.1 relativo? Frente a los sofistas, éste último supo demostrar, con una buena dosis de
1 [ Colnr l picardía, que la verdad no es relativa para los incliviciuos, que nu puede cada cual
poseer la suya, distinta de la del prójimo. La primera lección de Platón nos enseña
1
-- ~ iiur,.,~ _.¡ que uebemos desconfiar de nuestras sensaciones y de las opiniones preconcebidas.
Si seguimos el absurdo raz.onamiento consistente en suponer que todo es subjetivo,
ello implicaría que se puede dar por verdadera una afirmación y a la vez la
. .\::::.·~~;~·.:··.:·.·.·,·.. ~ ~-- afirmación contraria. El mnndo sería cnt·onces como un río en perpetua mutación,
~ donde nada puede ser dado por verdadero ni calificado con exactitud. Podemos ver
RthhU'41fUit.'IIIU
~~·I•J•tt·IIJ todo el peligro que entrai'la esta forma de pensar y el sorprendente partido que
H"llll lhfiWIIIJthlll
podrían sacar de él los impostores, que constituyen, en cierta forma, los sofistas
modernos: obremos según nos venga en gana, ya que todo es cttestión de gustos,
todo e:. ¡Josible y digno de intet·é:., siempre y cuando uno explique su razonamiento.
Hemos visto recientemente a un • pintor• que, habiendo agotado toda su
inspiración, inscribe tmpemente sobre su lienzo •Tengo talento•, demostrando rle
este modo que en realidad carece de él por completo. Tales excesos, tales
desbordantiento:. existen. Sepamos, pues, identif1car las situaciones confusas y
retengamos, a mouo de resumen, que las nocione:. de objetividad y de subjetividad
son c¡,cnciales, en la medida en que nos permiten progresar con más seguridad en
nuestro estudio. Porque está claJ o que ciertos elementos demuestran ser objet ivos y
otros no. Precisamente a través de un esfuerzo de reflexión y análisis es como
podemos llegar a una observación más serena y más justa del mundo empíncu.
La percepción óptica
Much,1s conquistas del intelecto, y en particular la del arte, reposan en primer lugar
sobre la percepción. Toda señal luminosa o coloreada proveniente del mundo
extenor ~e ve inmediatamente captada por los órganos sensitivos que intentan, en la
medida cle lo posible, dar una interpretación acorde con la experiencia del individuo.
Estamos atentos a todos los detalles incongruentes y a todas las señales extrañas de
nuestro entorno. Un objeto no identificado movilita tle inmediato nuestra atención
hasta encontrar una explicación racional, recurriendo, si es necesario, a la
colaboración de los otros sentidos. ¿Qué prodigio nos permite, pues, interpretar
las imágenes? ¿Cuál es el secreto del sutil mecanismo que une el ojo al cerebro?
Una sensación percibida a través del ojo es transmitida por el nervio óptico ha!>ta el
tálamo y a continuación éste envía la información a la corteza cerebral o al área
especializada. Este pequeño esquema pone de manifiesto que en realidad vemos más
llusion de drsigua)d;td. Al t umparar estos
d1bujos. uno de los Jo, ch•rulos rentrales con nuestro cerebro que con nuestros ojos. Cuando contemplamos un cuadro, las
pan•rc m,\s grande que(') otro. Sin embargo, neuronas trabajan afanosamente para transformar la suma de las sensaciones
ambos son 1guales, pero nuestro oj() es
luminosas en una síntesis inteligible donde las formas y Jos objetos son identificados,
inducido J error por su costumbre de calcui.H
el tamaóiJ d<· un objrto por comparación con donde las masas y las configuraciones son discernidas y medidas. En una fracción
el de lo~ objetos que lo rodeiln. de una décima de segundo, el tiempo de la percepción para procesar ciertos aspectos
276 UE Ll\ CI\LIGilAfiA 11 LA ABSTRACt.IÚN