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de la realidad física -espacio, color, materia- el cerebro utiliza mecanismo~
automáticos no muy di~t111tas de lo~ que utiliza el pájaro o el mono. No obstante,
en el ámb•to tlel rcconocimiemo y de la evaluación de las formas, el ser humano
pone en pr;klica unos procedimientos refinados Pn los que la memoria y el
aprendiza je dese1npeñan un papel esencial. Adquirimos nuestra experiencia del
mundo exte1 ior a través de la i11formación que es captada por nue~ tros sentidos y
tratada mccllante procesos neuronales, de modo que la identificación de las formas
es el resultado de la interpretación de los estímulos sensoriales de la retina llevada a
cabo por los protesadores. Dichos procesadores también se denominan extractores
de motivos. Se trata de células nerviosas sensibles a ciertas formas específicas.
Se pueden d1stinguir extracto• es de dirección, c.le n1ovimiento o tle contraste, que
permiten determinar los límites. También ;:,e ltan descubierto tletectores de puntos y
de lf neas finas o anchas, a::.í corno detectores de bordes y de aperturas. No obstante, Cara externa ucl encéfalo, q1u• muestra la'
para que dichos extractores d<' motivos sean plenamente eficaces, deben ser localinciones cerchrale~.
1. Área de la c·>crilura.
ejercitados mediante una actividad rica y sostenida. En otras palabras, la percepción
z. Centros motores (miembro su¡.¡cnor).
se revela corno un fenómeno de memorización del mundo exlerior. Según este 3· Movimiento (cabr<:a y ojos).
razonamiento, podemos asocim ciertas sensaciones y extraer representaciones 4· Marcha NgUida.
S· Atención, calma.
intelectuales del mundo. Las mvesttgaciones tic estos úJLimos diez años han
ñ. Centro visual scwndario.
destacado que la intervención de los procesos cognitivos en la percepción es más 7· Área aucliliva.
importante de lo que se :sospechaba. 8. Área del lenguaje habl;ulo.
El proceso que M' activa en el arca de la
escritura c.~ e>cnw•l para llevar a c11bo el attco
caligráfico, ya llue pe1 mil e la asimilación y la
restitución del duc111s. Sin la orden pNI inrnte
emitida po1 el Cl'rcbru, la mano es ineapi12 de
ejecutar trazos t•xpn•!.ivos. Su riquez<1
depcnderti del sutil 11pn.:ndizaje que pc1 mi te
alimentar la a e lividad interior. Tambu!n es
importante ~e1lalar que el área relat1va ,, la
práctica del dibujo no se sitúa en la mhnll.l
región del cerebro.
Cul'lt' JrailbVCr~nl del oj(J que mucslril sus Jres
envoltlll,iS y, sobre la retina, In milwla lútea,
donde la .. imágenes se r•<•yc•rlan ron mayor
nitidc1..
Derecha. cune hh1ológico Ul' la ct'lin;~.
(tllllllel\'l .. lloll L.ul\l"' v ... u,,l
fi,J., .. I li• 1 1 1 pur ~ 1
Corte del cerebro. El si.stem<1 límbico
c .... ,, .. ,
comp1endc: t.>lt¡íl¡¡mo, que tran~mite la
'""f)"'4) --H'-"""v'--t"".-...::::
informaciÓn desde lo~ órganos sensoriales
hasta la corteza tcrebral; el hipot{•lamo; la
amígdala, que con1rola la inquietud y 1'1 miedo;
('[ hipocampo, que inlrrviene en el esluditl
y la memorin.
~ Las vías visuales. Dcstdqucmos las
t 111"•1'"1\I'UI(III,l!IU estructuras que componen cada vía: el
l•t•·hll tkl hlt.unu + -=-+---rrll-
nervio óptico, el quia~ma óptico, el cuerpn
gcniculado del tálamo, las vías ópticas y el
córlrx visual del lóbulo uccipital. Las fibras
de la porción nasal de rada retina se
enlrecruzan en el quiasma optico y
terminan en el cuerpo genirulado lateral
drl hemisferio opuc~to.
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